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El SPD aspira a la mayoría en el Bundesrat tras las elecciones regionales del domingo

Más de una tercera parte de los alemanes occidentales acucien mañana a las urnas para renovar los parlamentos de Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia. Mientras que los socialdemócratas parecen tener asegurada la victoria en el primero de estos dos länder -el más poblado de la República Federal de Alemania-, en el segundo, una de las zonas más rurales del país, la hegemonía de los democristianos pende de un hilo, que de romperse, cambiaría el equilibrio de poderes en la Cámara territorial de la República Federal de Alemania (RFA), el Bundesrat, desde donde el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) podría ejercer el veto para boicotear el proyecto de unidad alemana del canciller Helmut Kohl.Las elecciones de mañana son además el penúltimo acto de la larguísima campaña que lleva a los comicios generales del próximo mes de diciembre, tan sólo precedidos por los de Baviera. En esta ristra de elecciones que se iniciaron a finales de enero con el triunfo arrollador del ahora candidato socialdemócrata a la cancillería, Oskar Lafontaine, en su feudo del Sarre, los dos mayores partidos de la RFA se han repartido los triunfos. La Alianza por Alemania, la coalición conservadora apadrinada por Kohl en la República Democrática Alemana (RDA), dio la sorpresa el 18 de marzo haciéndose con la presidencia del Gobierno en Berlín Oriental.

Nadie apuesta ni un céntimo por el papel de la Unión Cristiana Democrática (CDU) en el Estado más poblado de la RFA, Renania del Norte-Westfalia, que con casi 17 millones de habitantes supera incluso a la totalidad de la RDA. El actual ministro presidente, y última víctima del canciller Kohl en su carrera a la cancillería, Johannes Rau, volverá con toda probabilidad a ser reelegido. La decisión de la CDU de presentar al actual ministro de trabajo, Norbert Blüm, parece anticipar la derrota.

El único peligro al que se enfrenta Rau es que tiene el listón muy alto. Todo lo que sea bajar del 52% que obtuvo en las elecciones de 1985 puede ser tomado en contra suya y perjudicar el ritmo de la campaña de Oskar Lafontaine hacia la cancillería.

Pero donde realmente hay algo en juego es en Baja Sajonia. El actual ministro presidente, el democristiano Ernst Albrecht cuenta con una mayoría de un escaño, prestado además por los liberales, que podrían separarse de la coalición en cualquier momento.

Su presidencia ha estado marcada por la polémica y se le acusa de haber olvidado los intereses del land en favor de la "gran política" en Bonn. Su oponente socialdemócrata, Gerhard Schräder, es el mejor ejemplo de la línea impuesta en el SPD por Lafontaine, de quien es, además, amigo personal. La importancia de Baja Sajonia radica en que está en juego la mayoría en la Cámara territorial, el Bundesrat.

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