ETA lanza seis granadas a intervalos de 10 minutos contra un cuartel en Navarra
La organización terrorista ETA Militar atacó ayer con granadas el acuartelamiento que la Guardia Civil tiene en la localidad navarra de Lekunberri para vigilar y proteger las obras de construcción de la autovía que unirá a esta comunidad con Guipúzcoa. Las seis granadas, tres del tipo Heap y otras tantas Jo Ta Ke, fueron lanzadas con intervalos de 10 minutos entre sí. Dos guardias civiles resultaron heridos.
Un perro pastor alemán, llamado Irrintzi [antiguo grito guerrero y actualmente festivo entre los vascos], perteneciente al servicio de rastreo y de detección de explosivos de la Guardia Civil, murió alcanzado por una trampa bomba compuesta por cinco kilos de amonal que el comando terrorista había enterrado en el suelo, cerca del Itigar desde el que fueron lanzadas las granadas, en una ladera montañosa situada a unos 250 metros del cuartel.El atentado produjo cuantiosos daños materiales en el edificio y en los vehículos aparcados en el entorno. Como consecuencia de las explosiones quedaron heridos un teniente de la guardia Civil con una lesión en el oído y un sargento primero con luxaciones en las cervicales. Otros dos guardias sufrieron heridas leves en las piernas. Según informó la delegación del Gobierno en Navarra, tres de las granadas lanzadas por ETA eran del tipo Heap y las otras tres del tipo Jo Ta Ke. Las seis granadas fueron lanzadas de dos en dos y con intervalos de diez minutos entre sí.
Las dos primeras fueron disparadas a las tres en punto de la madrugada. de ayer sábado e impactaron en la parte posterior de un vehículo Nissan Patrol de la Guardia Civil ocupado por dos guardias que en esos instantes acababan de llegar al cuartel tras prestar un servicio de vigilancia. A pesar del blindaje del todoterreno, la granada produjo un orificio de entrada y salida en la parte posterior pasando a escasa distancia de sus ocupantes, el teniente y el sargento que sufrieron heridas. También afectaron las explosiones a la parte izquierda del alojamiento de los guardias en el edificio.
Una granada de la segunda tanda impactó en la fachada principal del edificio del destacamento y afectó a vehículos oficiales y particulares aparcados en las inmediaciones. La otra pegó en el tejado y cayó en la sala de estar del cuartel. Estas granadas fueron lanzadas a las 3.10 horas.
Las dos últimas impactó una en un tejado de un local anejo -utilizado como oficina y en la que se guardan material y documentos- y la otra en la fachada principal del patio exterior, provocando un boquete de metro y medio de largo por 0.6 metros de ancho.
El perro rompió el sedal
La Guardia Civil comenzó a primeras horas de la mañana un exhaustivo reconocimiento de la zona montañosa desde la que se lanzaron las granadas. A las 8.40 horas, un perro pastor alemán que estaba siendo utilizado en la labor murió al explotarle una trampa bomba enterrada en el suelo a unos 250 metros del cuartel atacado y compuesta por cinco kilos de amonal. El perro detectó el explosivo y al ser llamado por el guardia, rompió el sedal colocado por los terroristas, momento en el que la trampa-bomba hizo explosión, alcanzando de lleno a Irrintzi. Los efectivos policiales encontraron en las inmediaciones los tubos lanzagranadas y señalaron que todos ellos contenían temporizadores que permiten programar con antelación el disparo de los proyectiles.
Poco después de producirse el atentado, el primero de ETA contra la autovía, el consejero de Obras Públicas del Gobierno navarro, Antonio Aragón, se desplazó a Lekuriberri, localidad situada a unos 35 kilómetros de Pamplona en la carretera nacional hacia San Sebastián, y calificó el ataque como un atentado "contra la inmensa mayoría de la sociedad navarra, contra sus instituciones y contra las instituciones europeas que recientemente tomaron una decisión favorable a esta obra de infraestructura tan importante para el desarrollo de nuestra comunidad".
En parecidos términos se expresó el presidente del Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE), Jesús Malón, que aseguró que Navarra tiene grandes problemas "porque ETA quiere imponer su voluntad", y acusó a la Coordinadora Antiautovía de ser "una coartada de ETA". A su vez, la Coordinadora culpó ayer a los partidos políticos "azuzar y la violencia y no aportar más soluciones que la imposición".
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