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La primavera de Mongolia

El régimen comunista se compromete a dar cauce al pluralismo

La primavera política que vive Mongolia ha hecho la última semana olvidar un poco el gélido viento del desierto de Gobi. El régimen comunista se ha comprometido a poner fin a una sovietización de casi siete décadas y a dar cauce a una sociedad pluralista, abierta a la economía de mercado y no alineada. A diferencia del Este europeo, el proceso de cambio en este país centroasiático, frontera entre la URSS y China, se realiza sin grandes contracciones.

ENVIADO ESPECIAL, Todo discurre pacíficamente, conforme al carácter, según dicen ellos, tranquilo de un pueblo nómada que fue cuna del imperio de Genghis Khan, convertido hoy en día en héroe nacional tras años y años de haber sido silenciada su figura.Dos intelectuales, Sanjaasuren Zorig y Davgyn Zardihan, son en estos momentos los personajes más destacados del proceso de perestroika nacional y gozan del mayor apoyo del pueblo mongol, pese a su aspecto académico, muy distante del que se atribuiría a cualquier líder de masas. Ninguno de los dos tiene poder, teóricamente, pero todo apunta a que lo obtengan pronto con el beneplácito del Partido Revolucionario Popular de Mongolia (PRPM).

Zong tiene 27 años y es desde el pasado 18 de febrero coordinador general del Partido Democrático Mongol (PDM), la primera organización política de oposición autorizada por el régimen. Educado en la URSS y licenciado en Historia, Zorig es profesor de Comunismo Científico en la Universidad Estatal de Ulan Bator.

Es difícil entender cómo un hombre de mirada glacial detrás de unas lentes pequeñas de miope y con respuestas calculadas y prudentes haya podido enfervorizar a miles de personas en la inmensa Plaza de Sukhbator soportando temperaturas extremas. Cuando se le pregunta por qué fue elegido máximo representante del movimiento democrático contesta con una media sonrisa que no aclara nada. Algunos de sus compañeros no están satisfechos con la renovación de toda la cúpula comunista a resultas de la presión popular y sobre todo por la huelga de hambre que durante tres días realizaron una treintena de manifestantes frente al Parlamento. Sin embargo, él no está del todo disgustado, pero no se atreve a enjuiciar al nuevo secretario general del PRPM, Ochirbat Gombosuren.

"Mongolia está en medio de una crisis política, económica y espiritual", declara el joven dirigente opositor, que se muestra convencido de que habrá elecciones este mismo año. No se pronuncia sobre si la evolución de los países del Este de Europa revela el fracaso del comunismo y afirma que su partido lucha por un sistema pluralista, la aceleración del desarrollo económico, la revitalización de la cultura mongola y el derecho a la propiedad privada. El PIJIM dice contar con el apoyo de 60.000 militantes, la mayoría estudiantes e intelectuales. El partido comunista tiene 90.000 afiliados.

"Entre nosotros y ellos no hay apenas diferencia. Sólo en cuestiones de método y de acción", señala el ideólogo del partido comunista mongol, Davgyn Zardihan, que está considerado como el verdadero inspirador de la shinechiel -perestroika mongola-, y el líder natural del ala reformista. Algunos consideran a Zardihan, de 51 años y director del Instituto de Sociología, como el Boris Eitsin de Mongolia. Zardihan confiesa que hay todavía una fuerte lucha dentro del partido entre los conservadores, que controlan el aparato burocrático, y los reformistas, "pero la composición del nuevo buró político revela que estamos ganando y que el próximo congreso va a desembocar en grandes cambios".

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Entre ellos, quizás, su ascenso a la secretaría general, según apuntan algunos analistas locales. Entre las medidas inmediatas que está previsto que el PRPM apruebe en un congreso extraordinario convocado para el próximo 10 de abril será la renuncia al sistema de partido único, la liberalización de la economía y el derecho a la propiedad privada. El Parlamento aprobará esta misma semana una ley privatizando la propiedad del ganado, un paso importante en una nación que vive fundamentalmente de ello.

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