Proyecto de hombre
Los actuales psicólogos de la evolución sostienen que imponer al niño criterios, moldes y limitaciones, más que constreñir una presunta libertad virginal, forma al individuo y lo prepara en su trato maduro y libre con los demás. Por otro lado, distintos sectores denuncian la falta de valores en nuestra sociedad y abogan por una educación integral y humanista. Sin embargo, la economía y la sociedad de finales de siglo apuntan a otros caminos (especialización profesional, utilitarismo en las relaciones personales, narcisismo y ética del éxito), y nosotros mismos, las nuevas generaciones, somos incapaces de encontrar ya sentido alguno a lo religioso (y a la misma muerte). El no saber para qué destroza, con el veneno de la indíferencia, el encanto de cualquier valor en sí mismo, fin o proyecto ético. Esto nos pasa hoy, y no podemos evitar ser lo que ya somos. No es convincente dar rienda suelta a no sé qué complejo edípico, queriendo regresar a mejores tiempos pasados. La polémica sobre la enseñanza religiosa, su obligatoriedad o sustitución por otra cosa, carece hoy de horizontes.La verdadera cuestión es: ¿qué valores cuadran ya con nuestra sociedad?, ¿qué proyecto de hombre cabe en estas circunstancias? Los jóvenes vivimos una época en la que lo religioso, lo ético, lo humano (tanto morita...), ya no tienen contenido, forma concreta ni puntos de referencia; pero es una epoca en la que todavía no sabemos prescindir de tales elementos, porque no encontramos con qué suplirlos. En el vacío que se crea entre el ya no y el todavía no se nos brinda la nueva partida que hay que jugar. La polémica se ha movido en el ámbito formal o jurídico, y no está ahí lo importante.-