Unos 35.000 madrileños convirtieron el centro de la ciudad en un gran velódromo
Cerca de 350.000 personas, según los cálculos de los organizadores, participaron ayer en la 12º edición de la Fiesta de la Bicicleta, que un año más permitió a los ciclistas hacer suyas por unas horas las calles principales de la ciudad.Una anécdota de la jornada la protagonizó el alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, al que le falló la pistola con la que debía dar la salida.
A las nueve de la mañana el alcalde, Agustín Rodríguez Sahagún, se disponía a dar la salida a los aficionados que aguardaban en la avenida de Menéndez Pelayo. Tras realizar dos intentos fallidos con la pistola que le habían facilitado decidió acercarse a un micrófono para dar la salida con un "adelante los participantes". Trescientas cincuenta mil personas se pusieron a pedalear. El alcalde aprovechó la ocasión, para anunciar la futura instalación de carriles bici. Como en ediciones anteriores no faltó el buen humor ni la originalidad entre los participantes que debían hacer frente a un recorrido de 28 kilómetros. Ciclistas disfrazados, camas arrastradas por bicicletas o un tándem ocupado por 15 manchegos de Daimiel dieron color a la prueba.Los concejales del equipo de gobierno municipal estuvieron representados por el responsable de la Concejalía de Circulación y Transportes, Eduardo Larraz, y el presidente de la Junta de Distrito de Salamanca, Pedro Ortiz.
El ex alcalde de Madrid y actual portavoz del grupo socialista municipal, Juan Barranco, habitual en esta fiesta, estuvo acompañado por los ciclistas profesionales madrileños Eduardo Chozas y Anselmo Fuerte. Entre los participantes se encontraban otros 28 profesionales españoles que disfrutan en estas fechas de su período de vacaciones.
Según la asociación Defensa y Ayuda en Carretera (DYA) la única incidencia fue una fractura de clavícula a consecuencia de una las múltiples caídas que se registraron durante el recorrido.
