_
_
_
_
_

Indignación en Liverpool contra la policía de Sheffield

Liverpool estalla de indignación con las acusaciones de la policía de Sheffield contra la conducta de algunos hinchas, pintados como unos gamberros borrachos entregados al pillaje. Incluso los agentes de la ciudad portuaria desautorizan a sus colegas. Ayer se dio a conocer un detalle que reconcilia la imagen de Liverpool con la humanidad: el corazón, el hígado y un riñón de la última de las víctimas, un niño de 14 años, han sido trasplantados a otros chavales.El área pequeña de la popular tribuna Kop del estadio de Anfield se ha convertido en un monumento a los caídos en Sheffield. Decenas de miles de ramos de flores la cubren, mientras las bufandas desdibujan lo que es la portería. Por quinto día consecutivo, miles de familias van a ir hoy al campo y depositar flores. Entre los que lo hicieron ayer se encontraba el líder del partido Laborista, Neil Kinnock, a quien los dolientes que coincidieron con él le reclamaron que usara su influencia para impedir que los seguidores del Liverpool "sean responsabilizados de la tragedia".

El portavoz de la policía de Sheffield que la víspera había descrito la actuación vergonzosa de determinados hinchas recibió ayer la orden de no hacer más declaraciones. A él y a sus colegas les dolió que nadie se acordara de los hinchas a la hora de analizar la génesis del desastre y dijo que presentar a todos los seguidores del Liverpool "como almas cándidas es un error".

De que los hinchas robaran el dinero de los heridos o fallecidos y de que agredieran o se orinaran sobre los agentes no parece haber pruebas, por el momento. Las imágenes de televisión, por el contrario, dan la sensación de que se comportaron ejemplarmente. Lo que sí reconocen los dueños de los pubs próximos al estadio es que los seguidores del Liverpool agotaron las existencias de cerveza y que muchos de ellos estuvieron bebiendo hasta justo minutos antes del comienzo del partido, lo que contribuyó a la gran concentración ante las puertas de acceso.

Liverpool, mientras, ha comenzado a recibir los primeros cadáveres de los 95 hinchas. Algunos familiares han manifestado que querrían ver las cenizas aireadas sobre el césped de Anfield, a lo que la directiva del club no ha puesto objeciones.

[Sepp Blatter, secretario general de la FIFA, declaró ayer, informa Reuter, que este organismo sigue oponiéndose a la vuelta de los clubes ingleses a las competiciones europeas, "dado que es la segunda vez en cuatro años que causan desastres". "Deben empezar por poner orden en su casa", concluyó].

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_