Un extenso terrritorio y un millón de habitantes
Namibia, el mayor territorio colonial que existe aún en el mundo, iniciará hoy el proceso para su independencia de Suráfrica en medio de una operación supervisada por 4.675 miembros de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas. La fecha será conmemorada sin grandes pompas y el acto central consistirá en una ceremonia en la sede de la ONU en la capital, Windhoek.El país, también conocido corno Africa del Suroeste, tiene una población estimada en un 1. 100.000 habitantes, mayoritariamente negros y mestizos, de los cuales el 90% son de religión cristiana, con unos 75.000 blancos que viven casi en su totalidad en Windhoek y controlan, las finanzas y la economía.
Su territorio, de 823.168 k¡lómetros cuadrados, casi el doble del de España, es en gran parte desértico y está casi despoblado. Se habla principalmente el afrikaner (el idioma de Suráfrica) y el inglés, aunque el alemán también es un idioma nacional.
La antigua África del Suroeste, rica en recursos minerales, fue colonizada por Alemania en 1884 y por Suráfrica en 1915. La Liga de las Naciones otorgó en 1920 un mandato a Suráfrica para administrar el territorio, mandato que le fue retirado en 1966 por las Naciones Unidas. El mismo año comenzó la lucha armada de la Organización de los Pueblos del Suroeste de África (SWAPO) contra la dominación surafricana, cuyo control sobre Namibia fue declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1971.
Un acuerdo aprobado tanto por Suráfrica como por la SWAPO para celebrar elecciones en 1978 fue boicoteado por esta última organización y el Gobierno resultante no fue reconocido por las Naciones Unidas. El actual acuerdo para la independencia del territorio fue firmado en Nueva York en diciembre pasado por Cuba, Suráfrica y Angola, con la mediación de Estados Unidos. Ese acuerdo implicaba tambien, al mismo tiempo que el inicio del proceso de independencia de Namibia, el calendario para la retirada de las tropas cubanas estacionadas en Angola -unos 50.000 soldados- y la retirada surafricana de la colonia.
Pese a la euforia con que es recibido hoy el inicio de la independencia, el nuevo país debe construirse sobre un legado de 105 años de dominación extranjera y 23 años de guerrillas, soldados, pólvora y muertes.
