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Acercamiento político entre Moscú y París

Planteada inicialmente como una visita para celebrar la cooperación espacial franco-soviética, François Mitterrand ha querido aprovechar el viaje para potenciar las relaciones entre los dos países, "estancadas", según medios soviéticos, a causa de las dificultades de la política exterior francesa durante el trienio de la cohabitación.

La vertiente política de la visita estará centrada en las cuestiones del desarme y de los conflictos regionales, al tiempo que Francia intenta mejorar su deteriorada posición en los intercambios comerciales con la Unión Soviética.

A la potenciación de las relaciones bilaterales contribuyen los cambios de postura de Francia en una serie de problemas internacionales en los que se ha acercado a los postulados soviéticos. París ha apoyado la celebración en Moscú de una conferencia sobre derechos humanos en 1991, condición exigida por la URSS para cerrar las discusiones de Viena sobre los acuerdos de Helsinki y dar paso a la apertura de las negociaciones sobre la reducción de armamentos convencionales.

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Armas químicas

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La renuncia francesa a la fabricación de armas químicas ha facilitado, asimismo, el apoyo de Moscú a la conferencia que sobre la prohibición de este tipo de armamento se celebrará en París en enero próximo. Las posiciones se han aproximado igualmente en el conflicto de Oriente Próximo, en el que ambos Estados promueven la celebración de una conferencia internacional.

Mitterrand y Gorbachov abordarán también la situación de la retirada soviética de Afganistán y la preparación de la visita a Francia, en la próxima primavera, del líder soviético. Gorbachov pretende exponer en Estrasburgo su idea de la "casa común europea", que abarca desde el Atlántico a los Urales. Una idea próxima a la ostpolitik a la francesa explicada por Mitterrand en una reciente entrevista al diario Libération, en la que consideraba la división de Europa como "una frontera de circunstancias". "Si la historia es múltiple, la geografía es una", decía el presidente francés, tras expresar su decidido apoyo a la perestroika y defender la ayuda de Europa a los esfuerzos modernizadores de Gorbachov.

El acercamiento político está en consonancia con la necesidad que tiene Francia de mejorar sus intercambios económicos con la Unión Soviética, después de haber sido relegada por Italia al cuarto lugar de Europa occidental en el comercio con Moscú.

El déficit comercial de Francia en relación a la URSS ha sido de 4.500 millones de francos (90.000 millones de pesetas) en los ocho primeros meses de este año.

Mitterrand viaja acompañado de siete ministros -cuatro de ellos económicos- y de un numeroso grupo de empresarios, entre los que figura Jean-Yves Haberer, presidente del Crédit Lyonnais.

Este banco encabeza un grupo que concederá a la URSS un crédito de 12.000 millones de francos (240.000 millones de pesetas) que servirá, entre otras cosas, para financiar la constitución de sociedades mixtas franco-soviéticas. La más importante, en la que participa Pechiney, se firmó ayer y significa una inversión de 1.000 millones de francos (20.000 millones de pesetas).

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