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Lucha a muerte de los cárteles colombianos de Cali y Medellín por el control del narcotráfico en Nueva York

El control de las redes de distribución de cocaína en Nueva York ha desatado una sangrienta guerra entre los dos principales cárteles colombianos de la droga (con sedes en las ciudades de Medellín y Cali) y ha dejado hasta la fecha un saldo de más de 100 muertos y cuantiosas pérdidas materiales. La disputa no parece haber disminuido el tráfico, de droga hacia España, según fuentes policiales de Madrid.

Nueva York era considerada por el cártel de Cali como territorio exclusivo suyo desde mediados de los setenta, cuando las organizaciones colombianas impusieron definitivamente su hegemonía en EE UU. Los mercados de Miami y Los Ángeles venían siendo controlados por la mafia de Medellín. últimamente, debido a la excesiva oferta y la drástica caída de precios, los dos cárteles comenzaron a disputarse el control de Nueva York, considerado el mercado de mayor demanda. "Cuando se disputa un territorio, la guerra es a muerte", declaró un abogado norteamericano de Miami que ha representado a miembros del cártel de Medellín en varias diligencias judiciales.Sorprende que la guerra afecte a dos agrupaciones que, en el pasado, habían colaborado estrechamente. En especial, se recuerda el viacrucis sufrido en España, entre 1984 y 1986, por dos de los jefes de estas organizaciones.

Gilberto Rodríguez Orejuela, asociado al cártel de Cali, y Jorge Luis Ochoa Vásquez, miembro del de Medellín, fueron detenidos en España en 1984, acusados de estar preparando extensas redes de tráfico en Europa. EE UU pedía la extradición de los dos hombres, pero los tribunales españoles, tras una polémica decisión, les enviaron a su país de origen, Colombia, donde recobraron la libertad poco después.

El primer síntoma de enfrentamiento se percibió en noviembre de 1987 con la detención de Ochoa en un lugar cercano a Cali, ciudad situada al occidente del país. Se cree que el arresto fue fruto de un posible chivatazo por parte del cártel de esa ciudad. Con maniobras legales, Ochoa abandonó la cárcel antes de terminar el año. Días antes, había caído en Florida (Estados Unidos) un gigantesco cargamento de droga, delatado, aparentemente, por la banda caleña.

En diciembre fue asesinado en Medellín, al noroeste de Bogotá, Rafael Cardona Salazar, a quien las autoridades norteamericanas consideraban el principal organizador del cártel de Medellín en Estados Unidos. En enero, también en Medellín, la residencia de Pablo Escobar Gaviria, jefe máximo en esa ciudad, fue dinamitada. Escobar no se encontraba en su interior cuando se produjo la explosión.

Otras muertes violentas siguieron a estos hechos en Cali Medellín y Nueva York, ciudad en la que han sido asesinadas decenas de personas de nacionalidad colombiana, supuesta mente vinculadas a las dos pandillas. El número total de víctimas asciende al centenar.

Drogas La Rebaja

Pero la guerra se intensificó el día 18 de agosto en Medellín, cuando un grupo de cinco jóvenes pistoleros entraron en el concurrido local de Drogas La Rebaja, farmacia perteneciente a la cadena del mismo nombre y propiedad de Rodríguez Orejuela, y le prendieron fuego. Un dependiente murió y un atacante fue abatido por la Policía.Dos horas más tarde, en un enfrentamiento armado que las autoridades de Medellín describieron como "un duelo entre los mandos medios de los dos cárteles", fallecieron otras tres personas. Al día siguiente, Rogelio Ochoa Franco, a quien la policía asoció al cártel de Medellín, fue abatido a balazos cuando descendía de su automóvil particular. El pasado día 23, en Medellín igualmente, un incendio provocado dañó la sede de una emisora del Grupo Radial Colombiano, propiedad de Rodríguez Orejuela. Cinco días después, en Nueva York, se confiscó un alijo de dos toneladas de cocaína y se detuvo a Hernando Grajales Rizo, de quien se sospecha era el representante del cártel de Cali en esa ciudad.

Esta acción, al igual que otras intervenciones policiales, se logró supuestamente gracias a información proporcionada por la organización de Medellín. "Es evidente que los dos cárteles están trabados en una fiera lucha por el mercado de Nueva York", dijo a este periódico Paul Higdon, jefe de la división de estupefacientes de la Interpol, en París.

En España, según una fuente policial, no se nota últimamente una reducción en la oferta de cocaína. Por el contrario, el precio del alcaloide al por mayor ha descendido. "Eso indica que la cocaína sigue entrando", agregó.

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