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Suárez Vence: "Un procesamiento le puede ocurrir a cualquiera que tenga un cargo público"

Xosé Hermida

El nuevo vicepresidente del Gobierno gallego, Xavier Suárez Vence, manifestó ayer nada más tomar posesión de su cargo que "un procesamiento le puede ocurrir a cualquiera que ostente responsabilidades públicas, incluso a los propios jueces". De esta forma se cierra la crisis abierta en la Xunta de Galicia por el procesamiento y posterior dimisión del ex vicepresidente Xosé Luis Barreiro. El nuevo vicepresidente, hasta ahora conselleiro de Educación, se convierte también en el hombre fuerte del partido de Barreiro, Coalición Galega (CG), al asumir la secretaría general en funciones.

Suárez Vence está considerado un hombre de confianza de Xosé Luis Barreiro, con quien abandonó Alianza Popular para integrarse en Coalición Galega. El director general de Enseñanzas Medias, Anicecto Núñez, es el nuevo conselleiro de Educación.Tras la dimisión de Xosé Luis Barreiro el pasado viernes, el PSOE intentó forzar el nombramiento de un militante de Coalición Galega lo más alejado posible del círculo de confianza del ex vicepresidente.

Los sociallstas y el tercer socio de la coalición, el Partido Nacionalista Galego (PNG), apostaban por el diputado lucense Cándido Sánchez Castiñeiras, que no pertenece al grupo de dirigentes de CG que ingresaron en el partido con Barreiro después de abandonar AP. Sin embargo, el ex vicepresidente no cedió en este asunto e impuso a Suárez Vence como su sucesor en el Gobierno y también al frente del partido.

El nuevo vicepresidente insistió tras su toma de posesión en que la crisis está cerrada y aseguró que los tres partidos van a mantener sus compromisos de Gobierno. Asimismo, reconoció tener "una impresión dolorosa" tras los sucesos de los últimos dias y afirmó que "el procesamiento de Barreiro es injusto".

Aunque Suárez Vence aseguró que Barreiro había dimitido por voluntad propia, fuentes próximas a la Xunta, señalaron que el ex vicepresidente aceptó finalmente renunciar ante la inminencia de su destitución.

Después de que Barreiro se resistiese a dimitir durante la reunión del Gobierno celebrada el pasado jueves, el presidente González Laxe, con el apoyo de su partido, el PSOE, y también del PNG, estaba dispuesto a firmar su cese en la tarde del viernes, pese a las amenazas de CG de romper el pacto tripartito.

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A última hora, Barreiro fue presionado también por su propio partido, que no deseaba asumir el desgaste de ver a su líder procesado y a la vez abandonar el Gobierno. Fue entonces cuando el ex vicepresidente se decidió a anunciar su dimisión.

La mayoría de los partido de ámbito nacional considera ron la dimisión como una medida "prudente, obligada e inevitable". Sin embargo, AP exigió la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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