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Los filósofos jóvenes debaten las relaciones entre ética y política

ENVIADO ESPECIALEl 25º congreso de filósofos jóvenes fue inaugurado ayer con diversas ponencias que se centraron en las relaciones posibles o imposibles entre la ética y la política. El invitado especial fue Marx, con una silla especial para Jürgen Habermans; ambos fueron los autores más citados por los conferenciantes. Intervinieron ayer Norbert Bilbeny, José María Chamorro, Montserrat Galcerán, Sergio Sevilla, José Rubio Carracedo y Carlos Thiebaut.

La última de las ponencias de la mañana, la de Thiebaut, fue la más sugerente y la seguida con mayor atención por los más de 200 asistentes al congreso. Habló sobre dos conceptos, en su opinión cruciales en la ética de nuestro tiempo: la pérdida y el vértigo. A través de ellos elaboró una especie de reivindicación de un programa narrativo en ética.

Para Thiebaut, estas dos nociones pueden funcionar como dos focos iluminando las formas del obrar, pero también pueden hacerlo independientemente y dar lugar a éticas netamente diferenciadas. La pérdida provocaría una ética de la añoranza, en la que se valoraría el presente, como una decadencia desde la armonía perdida. El vértigo sería un punto de fuga hacia una búsqueda que al no tener objeto abocaría a. una rebeldía quizá vana. Thiebaut trató especialmente estos conceptos en los períodos de la Ilustración y el primer Renacimiento, y mostró cómo en nuestros días podríamos quizá hablar no de una pérdida de una armonía, sino del alejamiento del instante en el que se proyectó un futuro sobre el que era posible actuar.

Bilbeny trató la supuesta crisis del marxismo, que él dio por segura, y su incidencia en la ética. Curiosamente, para el análisis de los valores marxistas e incluso para referirse a la filosofía de la historia en Marx, se refirió fundamentalmente a la obra de Maurice Merleau-Ponty.

Le siguió José María Chantorro, quien intentó un análisis de la ética relacionado con aspectos cibernéticos. En su opinión, el hombre puede ser reductible a objeto científico aunque no exista todavía una ciencia psicosocial desarrollada. Montserrat Galcerán analizó especialmente las opiniones de Ludolfo Paramio y Miguel Ángel Quintanilla, y la evolución en las últimas décadas del Estado de bienestar. Galcerán terminó afirmando que, en su opinión, hay en Marx una teoría de la necesidad y también una teoría de la libertad.

No se produjo la intervención prevista de Emilio Lledó, aunque la organización afirmó que sí estaría presente el próximo miércoles en el acto de clausura, y en su lugar intervino José Rubio Carracedo, quien habló del paradigma legitimista en política con un paseo por la formación del pensamiento político contractualista a partir de Thomas Hobbes, Locke, Rousseau y algunas alusiones a los teóricos contemporáneos, Rawls en especial. Finalmente, Sergio Sevilla hizo una exposición de los fundamentos de la racionalidad desde perspectivas habermansianas.

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