_
_
_
_
_

Aznar propone un congreso para resolver la "falta de eficacia" de Alianza Popular

El presidente de la Junta de Castilla y León, José María Aznar, propuso ayer la convocatoria de un congreso nacional de Alianza Popular (AP) que permita terminar con una situación en la que, afirmó, "no hemos sabido o no hemos querido hacer una alternativa eficaz". Ese congreso debería celebrarse dentro de este año, "antes o después del verano", y su objetivo sería acentuar el proyecto liberal e integrar a dirigentes que hoy están fuera de la dirección de AP. Aznar propuso también negociar acuerdos con los regionalistas.

Más información
"Desamparado y ligeramente incordiado"

A una semana de la convención nacional de AP, convocada inicialmente para reforzar el núcleo de dirigentes que rodea a Antonio Hernández Mancha, Aznar dijo anoche, en el Club Siglo XXI, que es imprescindible un congreso. "En Alianza Popular debemos definir un proyecto ideológico liberal y ajustar nuestra organización, haciéndola más flexible y más regionalizada", fueron sus sugerencias principales.A juicio del conferenciante, el ciudadano tiene la sensación de que no hay alternativa real con posibilidades de suceder inmediatamente al PSOE, a pesar de que, según los últimos estudios, más del 40% de los encuestados cree que la actual situación en España es negativa. "El centro derecha ha caído una y otra vez en las trampas que ha tendido el socialismo", aseveró Aznar, quien añadió que la pérdida de los rasgos más peculiares del PSOE "ha descolocado al centro-derecha".

Toda la pieza oratoria fue construida sobre la base de una dura crítica a la labor de la oposición y la necesidad de acentuar el liberalismo -terreno político que también reivindica, en cierto modo, el CDS de Adolfo Suárez-

La política liberal exige "dejar en manos de la sociedad grandes parcelas de poder", reduciendo el sector público y congelando la presión fiscal. Esa política debería servir también para dignificar a las instituciones, según el conferenciante, quien describió la situación de aquéllas en los siguientes términos: "Un Parlamento degradado, un Tribunal Constitucional herido en su prestigio, un Consejo General del Poder Judicial dependiente de la mayoría que gobierna, una televisión pública manipulada y unos partidos y unos sindicatos dependientes de los Presupuestos del Estado".

La propuesta de facilitar el camino a un entendimiento entre AP y los partidos regionalistas también tendría consecuencias para este partido, que debería ser reorganizado "por regiones". Aznar reveló claramente su pensamiento, al decir que para conseguir una alternativa al actual Gobierno socialista "no es necesario obtener más votos que el PSOE, sino sumar más escaños".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Vísperas de convención

El presidente de Castilla y León, a quien no han faltado problemas en su propio grupo parlamentario, ha llevado a cabo una política de contactos con dirigentes de formaciones nacionalistas y regionales. En los últimos meses se ha entrevistado dos veces con el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol. La semana pasada mantuvo otra reunión con Hipólito Gómez de las Roces, presidente de Aragón y cabeza visible del Partido Aragonés Regionalista.

En esa visita a Zaragoza "no se habló de política de partido", según uno de los acompañantes de Aznar, "pero sirvió para avanzar en estos planteamientos". El presidente de Castilla y León estableció la teoría de que el PSOE ha iniciado una acusada pérdida de poder territorial, lo cual debe llevar a "los partidos nacionales de centro y derecha a una pausada reflexión", en el sentido de que "las formaciones regionalistas responden a unos supuestos ideológicos que no pueden considerarse alejados, y en ningún caso incompatibles, con los de Alianza Popular". Y esas formaciones "comparten una visión desinteresada de los problemas nacionales, nada particularista".

La propuesta de congreso lanzada ayer por Aznar fue interpretada en otros sectores de AP como una ofensiva en toda regla, en vísperas de la convención convocada para el próximo lunes en Madrid, y en la que no se pondrá en discusión a la dirección del partido. Aznar formó parte de la candidatura de Miguel Herrero, que fue derrotada por Hernández Mancha en el congreso de 1987.

Las relaciones entre Aznar y Hernández Mancha se han visto condicionadas por los constantes rumores sobre la capacidad del primero para convertirse en alternativa al segundo. Estas tensiones provocaron un reciente llamamiento de Manuel Fraga al entendimiento entre los dos jóvenes dirigentes.

Aznar propuso anoche respetar el deseo de Fraga de no volver a la política de partido, pero sí escuchar con respeto a quien es el ftindador de AP y una de sus más brillantes figuras.

Al igual que Herrero de Miñón, Aznar no forma parte del núcleo de dirección de este partido. Uno de sus colaboradores informó ayer que no se le había consultado para establecer las posiciones de AP en el reciente debate parlamentario sobre el estado de la nación.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_