Bienaventurado, Serrat
Bienaventurado Serrat, porque de él es la plaza de Las Ventas, cuando viene; porque canta a los viejos y aún nos cuenta cuentos de ranas y de príncipes; porque todavía transmite la ironía y la ternura en sus canciones; porque comparte tan alegremente su receta para un filtro de amor infalible; porque a todos nos ha hecho un poco del Mediterráneo; porque salen de su boca las palabras que todos sentimos hacia esos tipos con los que cada uno tenemos algo personal; porque muchos aprendimos a amar más a don Antonio, don Miguel y don Mario. Bienaventurado porque aún sabe descubrir que detrás de los aplausos que él oye en cada encuentro, detrás está la gente...
Y bienaventurados nosotros, que aún tenemos la vida para poder seguir disfrutando de esos grandes días en que lo mismo un nombre nos sabe a yerba o andamos como locos, cada uno con su tema.-