Dos incendios y tres robos
J. Y. / A. G. Los principales documentos del comercio entre Enric Salomó y sus proveedores y clientes no han sido aportados al sumario. El aceitero catalán argumentó ayer durante la vista pública que las facturas y los albaranes quedaron destruidos por dos incendios ocurridos en febrero y marzo de 1981. Y lo que se salvó de la quema debió de ser robado.
-¿Y cómo inmediatamente usted no acudió a reconstruir aquellas facturas y pidió copias a Rapsa? -preguntó el Fiscal.
-En aquel momento que comenzó el fuego... pues, la verdad, no estuve pensando en las facturas, primero pensé con el seguro, reconstruir lo que se había quemado, y, en fin...
-Pero ese incedio de marzo no afectò a las facturas.
-Sí, sí, sí.
- ¿También? ¿Entonces las fiacturas se quemaron dos veces?
-El de marzo, sí; porque en el despacho que no se quemó cada semana había allí tres robos o cuatro.
-Ah.
-Cada semana tres robos o cuatro, o más. O diariamente. Y claro, decidimos pues pasar las cosas.
La policía sabe que allí no se podía vivir de robos diarios.
-Cada semana había tres robos y cada mes un incendio, por lo que se ve.
-Bueno, alguna semana había uno y alguna a lo mejor no había ninguno, y a la semana que viene había dos. Era un desastre.
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