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DEBATE SOBRE PAZ Y SEGURIDAD

Fernández Ordóñez anuncia que España denunciará antes del 13 de noviembre el convenio con Estados Unidos

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, anunció ayer oficialmente que España comunicará antes del próximo 13 de noviembre a Washington que no prorrogará automáticamente el convenio, bilateral, y avisó que "puede, haber acuerdo con Estados Unidos". En el debate en el Congreso sobre paz y seguridad, Fernández Ordóñez defendió la salida del ala táctica de Torrejón y de los aviones cisterna de Zaragoza -sin citarlos por su nombre-, pues éstos son los elementos menos controlables por parte de España para operaciones norteamericanas fuera de la zona de la OTAN.

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Un consenso relativo

El Gobierno español, y ello no tiene nada de dramatismo, según Fernández Ordóñez, enviará a Washington antes del 13 de noviembre una declaración sobre la no voluntad de prórroga del convenio actual, "para que no ocurra lo que otras veces", en que el acuerdo bilateral se prorrogó automáticamente. Para que no haya prórroga hay que denunciar el convenio seis meses antes de su expiración, en mayo de 1988. El carácter de la denuncia que se efectuará antes del 13 de noviembre dependerá en gran medida de que antes se haya alcanzado un acuerdo entre ambas partes sobre la reducción de la presencia militar norteamericana en España.La reducción que pretende España y la sustitución parcial en algunas misiones de efectivos norteamericanos por fuerzas españolas "no afecta el nivel de la seguridad occidental", dijo Fernández Ordóñez, quien añadió que no se trata de una reducción de las fuerzas de EE UU en Europa, sino de un redespliegue. Una retirada total de los efectivos norteamericanos de España "sí supondría una multiplicación de los riesgos para Europa", dijo Fernández Ordóñez.

La propuesta española, señala el ministro, es flexible, incluido su calendarle, (lo, que da un rnargen de maniobra), y es realista. La contraoferta de redesplegar unidades dentro de España, aunque Fernández no entró estos de llevaría a una o incluso la capacidad de control sobre el uso norteamericano de las instalaciones.

"El objetivo español es", según Fernández Ordóñez, "analizar el convenio en su totalidad" de modo que el próximo acuerdo se base en "relaciones de equilibrío y no de subordinación". El jefe de la diplomacia española dio una lista de los grandes problemas que plantea la renegociación de este convenio.

El nuevo acuerdo, según manifestó el ministro Fernández Ordóñez, pretende las acciones fuera y dentro de la zona de cobertura del tratado del Atlántico Norte -aunque el ministro dijo que las negociaciones con la OTAN y con Estados Unidos no están vinculadas y la contribución española a la Alianza Atlántica no tiene nada que ver con el convenio con Washington"- y ofrecer al Ejecutivo español un mayor control en las autorizaciones de uso de las instalaciones, en el sobrevuelo y pase de naves y aeronves por territorio jurisdiccional español, así corno para la cuestión de reabastecimiento y almacenamiento de material.

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Además de la cuestión de la reducción en sí de la presencia militar norteamericana, Fernández Ordóñez mencionó la necesidad de corregir la asimetría jurídica del actual convenio -ratificado por las Cortes españolas, pero no por el Congreso norteamericano- y habló de la posibilidad de que el actual acuerdo único fuera sustituido por varios diferenciados.

Corregir asimetrias

El nuevo acuerdo deberá también corregir la asimetría ecoriómica y comercíal, sobre todo en materia de armamentos, que existe a favor de EE UU; modificar el régimen fiscal de los privilegios del personbal norteamericano, y el régimen laboral de la mano de obra española en esas instalaciones, así como variar el estatuto de las fuerzas norteamericanas en España.

El Ejecutivo español considera que el despliegue avanzado aéreo norteamericano no es, esencial para la seguridad occidental, y en caso de crisis se puede redesplegar desde Estados Unidos. El nuevo convenio bilateral, en cuyos detalles concretos no entró ni Fernández Ordóñez ni el titular de Defensa, Narcís Serra, pretende potenciar los sistemas de defensa españoles y los servicios de transporte aéreo y sustítuir puestos de trabajo norteamericanos por españoles.

Serra amplía el ámbito de actuación en maniobras de la Alianza Atlántica

A. O. / A. D. España participará en maniobras de la OTAN, "preferentemente en zonas de interés estratégico español" -lo que no excluye otras-, "sin cesión del mando operativo de sus fuerzas" y siempre que en estos ejercicios "no pueda existir un control operativo o táctico del mando de la OTAN en Gibraltar, señaló en el debate sobre paz y seguridad el ministro de Defensa, Narcís Serra. La próxima ronda de conversaciones entre España y la OTAN, cuya fecha no está aún fijada, entrará en profundidad en las misiones específicas militares que España desempeñará para Alianza Atlántica, "en cooperación" con los aliados o "en exclusiva". Pero ni Serra ni el ministro de Asuntos Exteriores, Fernández Ordóñez, dieron detalles sobre cuáles serán estas misiones.

Serra y Ferrilández Ordóñez defendieron el respeto del Ejecutivo socialista a los tres puntos condicionantes del referéndum sobre la OTAN. Serra reconoc¡ó que la estructura militar integrada no aparece como tal en los textos oficiales de la OTAN, pero "sería caer en un excesivo formalisme ignorar los elementos que conforman la estructura militar integrada". Con mas que en ocasiones precedentes, Serra la integración militar por alguno de los siguientes elementos: comprometer parte de las fuerzas a los mandos aliados, acepta misiones que robasen el ámbito nacional, participar en los mandos integrados o establecer zonas del país bajo jurisdicción de sus mandos, además del automatismo de la respuesta en caso de conflicto. Serra afirmó que la fórmula española no cumplía ninguno de estos requisitos.

Contribución

Fernández Ordóñez señaló que la no integración militar supone, sin embargo, que España realizará una contribuÍón al esfuerzo de los aliados. España participará en el cielo de planeamiento de la defensa en la OTAN con un sistema análogo al de los países mil¡tarmente integrados, aunque evitando, lo que no está totalmente resuelto, los aspectos propios de la integración militar.

"España ha ofrecido una fórmula de permanencia en la Alianza, propia, eficaz y con una contribución significatlva", declararon los representantes del Ejecutivo. España firmará en el futuro acuerdos de coordinación cón los mandos internacionales de la OTAN, ante los cuales desjanará unos oficiales de enlace de alto rango.

Con vistas a las misiones de las fuerzas españolas en la Alianza Atlántica, éstas estarán "siempre bajo mando nacional", aunque en caso de crisis puedan pasar bajo control operativo, y no mando aliado, según el titular de Defensa.

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