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La asistencia primaria, una asignatura pendiente

Milagros Pérez Oliva

M. P. O. Los estudios realizados para desarrollar el Mapa Sanitario de Cataluña, íntrumento de planificación que evalúa las necesidades sanitarias del futuro y los servicios necesarios para satisfacerlas, dejaron meridianamente claro que cualquier reforma de la estructura sanitaria debía comenzar por la asistencia primaria, puesto que el pésimo funcionamiento de ésta sobrecarga a los hospitales y encarece el coste de la asistencia, ya que se emplean medios costosísimos para curar dolencias in signific antes.

A pesar de esta evidencia, la reforma de la asistencia primaria sigue siendo una asignatura pendiente en Cataluña, aun cuando ya ha sido aprobada prácticamente toda la normativa precisa. El proyecto de reforma prevé estructurar la sanidad en áreas básicas de salud en las que los diversos centros de asistencia primaria tengan como punto de referencia un hospital de nivel secundario para determinadas patologías y otro de alta tecnificación para las patologías severas. El proyecto prevé que los médicos que ahora tienen asignado un cupo de cartillas que atienden en dos horas de prestación, trabajen una jornada laboral de seis horas diarias en equipos jerarquizados. También prevé la adscripción de los actuales especialistas de ambulatorios a las consuitas externas del hospital de referencia.

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En estos momentos, sin embargo, la reforma apenas alcanza a 10 centros de asistencia primaria, (le los aproximadamente 350 que han de funcionar cuando se aplique plenamente. La principal dificultad reside en que la adscripción de los médicos al nuevo sistema ha de ser voluntaria, aunque parece que la Generalita, dispone de algunos instrumentos que hasta ahora no se ha atrevido a utilizar.

Pendiente también de desarrollo se encuentra la reforma hospitalaria, aunque ya se ha iniciado en todos los hospitales del ICS mediante la concesión de la jornada partida a cuantos médicos la han solicitado. El retraso en su aplicación no ha permitido todavía instaurar mecanismos de participación del personal en los órganos directivos, a pesar de que las primeras órdenes de la reforma fueron publicadas hace ya dos años, ni tampoco renovar las cúpulas directivas, cuyos titulares son, en muchos casos, los mismos que ejercían el cargo antes de las transferencias.

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