La coordinadora difunde otros 23 puntos donde se trafica con heroína

Tres representantes de la Coordinadora de Barrios presentaron ayer ante el Congreso la segunda relación de puntos de venta de droga habituales en los barrios periféricos de Madrid, puntos de venta que, según el escrito entregado ayer, "la policía suele aprovechar fundamentalmente para detención de drogadictos, dejando intocados a los camellos". Ni el presidente de la Cámara ni ningún otro diputado quisieron recibir a los portadores de la lista. Ayer se hizo público un comunicado del Sindicato Profesional de Policía (SFP) en el que se acusa a la coordinadora de actuar con "mala fe" al denunciar una presunta connivencia entre determinados policías y traficantes de droga.

José Luis Segovia, portavoz de la Coordinadora de Barrios, entregó, aproximadamente a las 12.30 de ayer, en el registro del Congreso, la segunda relación de lugares reseñados como habituales puntos de venta de droga en los barrios periféricos de Madrid y Getafe.Los nuevos puntos de venta relacionados en el escrito son los siguientes:

Villaverde: Bar Cambrigg, calle Antimonio esquina a calle Vieja de Pinto (puerta del bar). Zapatería Ferrari, calle Vieja de Pinto, 22. Calle Puebla de Sanabria, 8, 4º D. Última chabola de las de la vía detrás de la calle de Puebla de Sanabria.

Vallecas: Calle de Peña Gorbea, a lo largo del paseo. Calle de María Bosch, en la calle. Calle de Melquíades Biencinto, en la calle y en la puerta del pub Vientos. Junto al campo de fútbol, de la colonia de Fontarrón.

Carabanchel: Calle de Marcelino Castillo, bloque 8, número 14, 2º C. Calle de San Robustiano, bloque 4, número 2, 4º B. Calle de San Robustiano, bloque 8, 4º A. Calle de Marcelino Castillo, bloque 6, portal 6, 3º B.

Pueblo de Vallecas: El parquecillo del triángulo de la calle de Sierra Vieja en la confluencia con la calle de Sierra de Ternavacas. Calle de Sierra de Tornavacas. Calle de Monte Santo, 24, bajo derecha.

Getafe: Pub El Punto, en la calle de Cuestas Altas. San Cristóbal de los Ángeles, junto a la chimenea.

Canillas-Hortaleza: Bar Pipo, en la calle de Mota del Cuervo, 70. Bar Sanabria, en la calle de Mota del Cuervo, 72. Bar Novel, en el parque de la Nueva Esperanza.

San Blas: Calle de Alberique, en los puentes. Calle del Castillo de Uclés, junto al metro de Simancas. Calle de la Música, en la calle.

En la relación de ayer figura el caso de los Talleres Carma, en la calle de Sierra Palomeras, frente al número 33, en Vallecas. "Se sospecha". se dice en la relación, "que este taller de chapa y pintura es una tapadera. Renueva con mucha frecuencia los pintores. Se han contado hasta doce camellos que lo visitan y permanecen horas y horas sin hacer nada (al parecer). Estos días ha disminuido la presencia de estos sujetos".

"Trabaja en la chapa", continúa el escrito, "un policia nacional y es frecuente la presencia de otros policías. Los coches de los camellos son lujosos y cambian de modelo con relativa frecuencia. Se sospecha que tienen coches preparados para ocultar la droga. Todo esto y más es de conocimiento público".

Dada la importancia de este caso, afirmaron fuentes de la Coordinadora, se sometió al taller a una estrecha vigilancia, y pudo observarse la frecuente presencia de personas muy significadas en el barrio con el tráfico de drogas.

Tras conocer la denuncia presentada en el Congreso, los responsables del taller Carma confirmaron a este periódico que allí trabajan dos policías nacionales; uno de ellos pariente del dueño del establecimeinto. Asimismo, negaron cualquier implicación en la venta de drogas.

"Mala fe"

El Sindicato Profesional, de Policía, (SPP) hizo público ayer un comunicado en el que analiza las denuncias de la Coordinadora de Barrios y considera "absolutamente normal" que en un Estado de derecho existan individuos sobre los que la opinión pública no duda son autores de hechos delictivos y que, sin embargo, no pueden ser objeto de acción judicial por falta de pruebas.El SPP estima que todo ciudadano tiene derecho a la presunción de inocencia, y que la falta de una acción policial en su contra no puede calificarse sin más como una prueba de connivencia entre los presuntos delincuentes y la policía. En base a estas consideraciones, el SPP manifiesta que la actuación de la Coordinadora sólo puede deberse a una ignorancia supina, "lo que dudamos", dice el comunicado, "o a mala fe".

Los representantes de la Coordinadora entregaron otro escrito ante el Congreso de los Diputados para denunciar el caso de un policía nacional, cuyo número de placa es el 38124-N, antes adscrito a la comisaría de Entrevías y hoy en la de Vallecas, que hace unos meses, en la calle de Arroyo del Olivar, en Vallecas, detuvo a un joven toxicómano y le quitó me dio gramo de heroína.

Según el escrito y las decla raciones que el propio joven hizo a este periódico, el policía nacional, pelirrojo, de unos 35 años, le encerró en la parte trasera del coche patrulla y él mis mo se inyectó la droga, en pre sencia del secundo policía. A continuación, dejó al joven en libertad.