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El dinero mantiene la presión sobre la renta variable

El dinero continúa mostrándose como un elemento capaz de despejar cualquier tipo de dudas que pueda plantearse el mercado, pues su sola presencia aleja los temores e incide positivamente sobre las cotizaciones, situación que a fin de cuentas es la que se persigue. A lo largo de la sesión de ayer, las tomas de posiciones consiguieron posponer los temores, al tiempo que los rumores sobre un crecimiento mínimo del índice de precios al consumo (IPC) de diciembre venían a corroborar lo acertado de las posiciones compradoras, No obstante, la altura de los precios se está convirtiendo en un proceso de selección importante, pues hay valores que sin el apoyo de noticias favorables a su situación particular se ven incapaces de aguantar en los niveles actuales, ya que el papel consigue en esos casos romper el equilibrio que hasta ahora mantienen oferta y demanda. También conviene prestar atención al descenso que vienen registrando los volúmenes contratados, que, siendo todavía elevados, empiezan a situarse dentro de lo que se puede considerar como normal para esta época del año. El martes se rozaron los 15.500 millones de pesetas efectivas, cifra que se aproxima mucho a lo que era la media anual en la jornada anterior.Las operaciones a crédito, en lo referente a las compras, también parecen desinteresarse del juego, pues tan sólo significan el 5% del total negociado en la sesión, aunque las partidas vendedoras en esta modalidad tampoco se muestran activas. Todo esto indica el grado de inseguridad en que se están moviendo los inversionistas; en cualquier caso, muy a tono con las circunstancias. A lo largo de las cinco o seis últimas sesiones se han realizado numerosas plusvalías, sin que por ello el mercado haya recortado los precios, ya que se ha dejado que fuese el potencial comprador el que decida el momento de frenar la tendencia alcista, por el momento imparable.

Lo más positivo vuelve a quedar a cargo de los sectores industriales, sobre todo construcción, con un avance de 10,67 puntos, y químicas y siderúrgicas, cuyos principales componentes volvieron a disfrutar de la presión de la. demanda. Entre los valores del grupo de construcción se dieron avances similares a los de las jornadas anteriores, lo que significa una importante acumulación de beneficios que no produce la salida de papel que desde algunos sectores del mercado se está esperando.

Comunicaciones y seguros ponen la nota negativa, aunque el nivel que están alcanzando algunos precios ha llegado a rozar cotas que pueden considerarse como psicológicas, hecho que puede haber influido en esta salida de papel. El sector bancario, por su parte, se amolda bien a las circunstancias y registra un pequeño retroceso, tanto en el volumen de operaciones como en el nivel de oferta y demanda. El saldo de los siete grandes fue vendedor, con poco más de 150.000 títulos sin contrapartida compradora, mientras que el negocio ha descendido hasta situarse cerca de los 500.000 títulos. El ambiente al cierre seguía siendo comprador, pero mucho más selecto que en otras ocasiones.

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