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La Casa Blanca censuró un informe sobre el 'Irangate'

Francisco G. Basterra

La Casa Blanca censuró parte del informe preliminar sobre el Irangate, elaborado por el Comité de Información del Senado el pasado diciembre, por motivos de seguridad nacional, y suprimió referencias a una reunión del vicepresidente George Bush con funcionarios israelíes y a una carta del entonces primer ministro, Simón Peres, a Ronald Reagan. El presidente, después de una "muy notable recuperación" y con un estado de salud "excelente", según sus médicos regresó ayer a su residencia oficial tras pasar cuatro días en el hospital para ser operado de próstata y confirmar que no tiene cáncer.

Al menos cuatro altos funcionarios gubernamentales revisaron el informe del Comité de Inteligencia introduciendo algunos cambios antes de devolverlo al Senado para que lo hiciera público, a lo que éste se negó, dijo el presidente del citado comité, el senador demócrata David Boren. Es muy posible que una nueva versión del informe, de 150 páginas, que no responde a los interrogantes principales sobre el escándalo, sea hecha pública la semana próxima.Líderes extranjeros serán llamados a declarar por el Comité Especial del Senado que investigará el escándalo de la venta secreta de armas a Irán y el desvío de fondos a la contra nicaragüense, anunció su presidente, el senador demócrata por Hawai, Daniel Inouye. Aunque admitió que esta medida, que podría afectar a los máximos dirigentes de Irán, Israel y quizá Suiza, no tiene precedentes y no obtendrá respuesta, Inouye la consideró necesaria.

La CIA, convertida cada vez más en el auténtico villano de la operación iraní (curiosamente cuando su director, William Casey, afectado por un cáncer cerebral, no podrá declarar), propuso a la Casa Blanca, en noviembre de 1985, que firmara un papel autorizando con efecto retroactivo cualquier acción, ilegal, realizada por la agencia u otros miembros del Ejecutivo relacionada con la venta de armas a Teherán.

Reagan se negó, reveló ayer The Washington Post, y la primera autorización escrita para intercambiar armas por rehenes -hay una polémica sobre anteriores permisos verbales- fue firmada por el presidente el 16 de enero de 1986. Este documento ordenaba a la CIA que no informara al Congreso de la operación clandestina.

La Prensa reveló ayer que el teniente coronel Oliver North, el principal y casi único responsable hasta ahora del escándalo, manejaba personalmente grandes cantidades de dinero en metálico para pagar gastos de la contra. El Comité Especial Investigador formado por la Cámara de Representantes se ha dado de plazo hasta el 30 de octubre para realizar su investigación, que el Senado quiere concluir el 1 de agosto. Los republicanos advierten contra los intentos de revisar los seis años de la Administración de Reagan. Antes de febrero será designado un gran jurado. El fiscal especial, Lawrence Walsh, ya ha entrado en contacto con el Congreso para discutir la concesión de inmunidad a algunos testigos.

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