_
_
_
_
TRIBUNALES

El fiscal pide cuatro años para un sacerdote acusado de abusos deshonestos

El ministerio fiscal ha solicitado cuatro años, dos meses y un día de prisión para el sacerdote Francisco C. C., de 60 años, por un presunto delito de abusos deshonestos a sus alumnas, ocurrido en la localidad navarra de Castejón. Los hechos fueron denunciados en junio de 1985 por cinco niñas, tres de ellas hermanas, a las que el procesado impartió clases de primero de EGB en el colegio nacional Dos de Mayo, de Castejón.

Las niñas Virginia L. C., de ocho años; las hermanas María Jesús R. R., de 10 años; Eva, de nueve, y Cristina, de ocho años, así como Eva J. B., aseguraron a sus padres que su profesor Francisco C. C. les efectuó durante el curso 1984-1985 "diversos tocamientos" en la clase cuando las saca a leer junto a su mesa, y en su domicilio, al que acostumbraban ir a jugar.

En la vista, celebrada en la Audiencia Provincial de Pamplona, el procesado se declaró inocente del delito que se le imputa y atribuyó las acusaciones a la "fantasía exaltada de las niñas, movida por las circunstancias ambientales", añadiendo que entre ellas existía una "cierta rivalidad al creer que yo apreciaba más a unas que a otras".

La televisión en la cama

Los padres de las niñas que denunciaron los hechos aseguraron en su declaración que se enteraron de los mismos por el comentario de Eva J. B., que relató que "unas amigas suyas" habían estado viendo la televisión en la cama en el domicilio de Francisco C. C., hecho que extrañó a la madre, quien se lo refirió a la madre de las otras niñas. Los padres aseguraron que las niñas, al ser preguntadas, admitieron haber sido objeto de tocamientos en diversas ocasiones y negaron que sus hijas inventaran fantasías frecuentemente.Las cinco niñas también testificaron e insistieron en que el profesor les subía la falda cuando salían a leer junto a su mesa y les tocaba "sus partes".

En sus conclusiones, el fiscal calificó los hechos constitutivos de un delito "de abusos deshonestos continuado" y aseguró que el procesado "realizaba actos libidinosos contra algunas de sus alumnas, todas ellas menores de edad". Tras extrañarse que cinco niñas inventaran las mismas fantasías, recordó que otras de sus alumnas, mayores de edad en la actualidad, afirmaron haber sido objeto de tocamientos en su día, y solicitó una pena de cuatro años, dos meses y un día de prisión y 10 años de inhabilitación profesional. La acusación particular, por su parte, solicitó una pena de seis años de prisión, 1,5 millones de indemnización para cada una y 10 años de inhabilitación para el procesado.

La defensa negó las acusaciones y resaltó que ninguna de las niñas presentaba "ni el menor signo de violencia o rasguño", con contradicciones en sus relatos, y atribuyó las denuncias a "la fantasía de las niñas", por lo que pidió la absolución.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_