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CIENCIA

Un proceso químico no natural es el causante del agujero de ozono en la Antártida

Un equipo de científicos norteamericanos ha explicado que existen "sólidas pruebas" de que un proceso químico de origen artificial es el causante del misterioso agujero observado periódicamente en la capa de ozono sobre la Antártida, que, de aumentar, podría llegar a poner en peligro la vida en el planeta. En declaraciones transmitidas por satélite desde la estación McMurdo, en la Antártida, señalaron que los últimos datos debilitan otras teorías sobre la disminución del espesor de la capa de ozono, fenómeno anual que tiene su máxima expresión en octubre.

Otras teorías existentes atribuían la disminución de la capa a vientos ascendentes por causas térmicas o a períodos álgidos de actividad solar.En una declaración leída desde McMurdo a periodistas en una conferencia de prensa celebrada en Washington, los científicos señalaron: "En la actualidad no hemos establecido con seguridad la causa del agujero de ozono. Sin embargo, tenemos fuertes pruebas contra las teorías de que los vientos ascendentes o la actividad solar sean las causas de este vaciamiento. Sospechamos que un proceso químico es el responsable principal de la formación del agujero".Científicos y Gobiernos de todo el mundo han mostrado su creciente preocupación por las pruebas existentes de que la capa de ozono que rodea la Tierra, que se encuentra en la estratosfera, entre 10 y 48 kilómetros de altura, está disminuyendo.

Escudo

El ozono de la atmósfera superior actúa como un escudo que protege la Tierra de la radiación ultravioleta de Sol. Una radiación excesiva de este tipo es causa de cáncer de piel en los seres humanos y daña a las cosechas, los peces y otros animales.La disminución del espesor se ha visto de forma dramática sobre la Antártida, pero también se ha podido medir una disminución menor en otras zonas del planeta, especialmente sobre el Ártico. Estudios recientes han encontrado que la desaparición del ozono crece al aumentar la distancia al ecuador de la zona.

Algunos científicos creen que los productos químicos artificiales, especialmente los clorofluorocarbonos utilizados en la refrigeracion, aerosoles y otros productos comerciales, son culpables de esta desaparición.

Sin embargo, Susan Solomon, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, uno de los científicos que se encuentran en McMurdo, declaró el lunes que las pruebas recogidas no señalan ni a estos compuestos químicos ni a ningunos otros como culpables. Si acaso, tienden a librar de culpabilidad a estos compuestos por sí solos, ya que la concentración de cloro encontrada es bastante baja.

"Aunque el fenómeno del agujero de ozono ha atraído la atención de muchos investigadores de la química de la atmósfera, la causa puede ser algo en lo que todavía no se ha pensado", añadió Solomon. "Después de esta expedición, la búsqueda de la causa del agujero sobre la Antártida se guiará por las medidas realizadas no sólo del ozono, sino también de otras moléculas estrechamente relacionadas con él.

Los científicos norteamericanos, que llevan a cabo una expedición financiada por diversos organismos públicos y la asociación de empresas químicas de Estados Unidos, añadieron que sus estudios muestran que el vaciamiento de la capa de ozono es mucho más complicado de lo que se creía hasta ahora. Añadieron que el proceso puede deberse a la interacción entre el ozono y los gases atmosféricos.

Otro científico, Crofton Farmer, de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio de EE UU (NASA), declaró que, aunque no existen todavía pruebas suficientes para llegar a la conclusión de que el agujero de ozono está causado por productos químicos artificiales, lo que se está observando en la atmósfera puede ser "que la naturaleza nos esté haciendo una suave advertencia".

El agujero de ozono aparece todos los años en agosto, al final del invierno antártico, y se rellena de ozono otra vez en el mes de noviembre.

Desde satélites

Las medidas de los científicos norteamericanos en la superficie confirmaron medidas realizadas desde satélites del rápido vaciamiento del ozono sobre la Antártida. Encontraron que la cantidad de ozono sufría una disminución de aproximadamente un 40% en un período de 20 a 30 días, en su mayor parte en alturas situadas entre los 11,5 y los 19 kilómetros.Algunos científicos y grupos ecologistas creen que el rápido vaciamiento sobre la Antártida puede repetirse en otras zonas del planeta.

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