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El avance electoral de la minoría china coloca en primer plano las tensiones étnicas en Malaisia

El Frente Nacional del primer ministro, Mahathir Mohamad, ha revalidado su mayoría de dos tercios en el Parlamento tras las elecciones celebradas el pasado fin de semana en Malaisia, consiguiendo 148 de los 177 escaños del Parlamento nacional. El avance electoral del Partido de Acción Democrática, de electorado mayoritariamente chino -que al obtener 24 diputados convierte por primera vez a un partido de base étnica en la primera fuerza de la oposición-, y el fracaso del Partido Islámico de Malaisia, de tendencia fundamentalista, hacen presumir que se recrudecerán las tensiones étnicas en el país.

A pesar de su rotunda victoria el Gobierno no ha conseguido evitar la polarización étnica, uno de los principales peligros de la política en un país mosaico de malayos (47% de la población), chinos (34%) e indios (11%), más los indígenas tribales. En la coalición ganadora, el partido del primer ministro, la Organización Nacional de Malayos Unidos, ha acaparado la mayoría de los escaños, en perjuicio de los dos grupos chinos de la coalición, mientras que el Partido de Acción Democrática (PAD), mayoritariamente chino, se ha convertido en el principal grupo de la oposición al pasar de 10 a 24 escaños."El resultado de las elecciones ha sido decepcionante", estimó Chandra Muzaffar, presidente de Aliran, un movimiento político de reforma social, "porque ha dividido el Parlamento en un Gobierno malayo y una oposición china, que es precisamente lo que se quería evitar". La alteración del enfoque excesivamente favorable a los malayos, de los programas de desarrollo gubernamentales en favor de las otras razas, es la principal reivindicación del PAD. Otra de las sorpresas ha sido el fracaso rotundo del los fundamentalistas islámicos, que hicieron una intensa campaña para convencer al país, cuya religión oficial es el Islam, de la imperiosidad de rehacer la vida cotidiana de la sociedad según la ley islámica.

El Partido Islámico de Malaisia ha perdido cuatro de los cinco escaños obtenidos en las elecciones de 1982.

Al contrario de lo que sucede en la vecina Indonesia, el Islam no cuenta en esta sociedad racial y religiosamente plural con una dimensión nacionalista, lo cual hace que el integrismo religioso sea visto como un factor potencialmente divisorio. "La Malaisia multirracial y multirreligíosa", declaró el presidente del colegio de abogados de Malaisia, Param Cumaraswamy, "no puede: aceptar la imposición de los valores de una sola religión".

Examen personal

La consecución ole la mayoría de dos tercios, principal incógnita de las elecciones, era un verdadero examen personal para Mahathir Mohamad.Una victoria menor habría desencadenado la crisis política más grave que ha conocido este país desde su independencia. Superada la prueba, el primer ministro no sólo ve revalidado su poder para gobernar el país,sino que reafirma su liderazgo, últimamente discutido, dentro de la alianza gubernamental de 13 partidos.

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