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Un robot entra por primera vez en el interior del 'Titanic' y recorre uno de sus salones

El interior del hundido transatlántico Titanic conserva intactos sus brillantes colores y lujosos decorados, pero escondidos bajo una gruesa capa de óxido después de permanecer 74 años bajo el océano Atlántico, según el grupo de exploradores que vieron el martes, por primera vez, los restos del buque a 4.000 metros de profundidad. El doctor Robert Ballard, uno de los tres investigadores que, junto con un robot que fotografió el interior, descendió en un pequeño submarino hasta el Titanic, describió sus sensaciones afirmando que es "como llegar a la Luna".

El submarino en el que viajan Ballard y otros dos exploradores tiene tres pequeñas ventanillas y transporta, en un canasto exterior, un robot autopropulsado, el Jason Jr., dotado de cámaras de televisión con un ángulo de visión de 170 grados. El Jason Jr. se introdujo en el interior del Titanic, bajó cuatro escalones y pudo filmar uno de los salones de primera clase, donde se vio un candelabro de cristal intacto.El robot ha sido diseñado especialmente y este viaje, financiado por la Armada norteamericana es su prueba de fuego. Se pretende que el Jason Jr. realice ocho incursiones más, una cada día, por el interior del buque.

Ballard fue quien descubrió el año pasado el transatlántico, a unos 650 kilómetros al este de las costas de Terranova, mediante sonares especiales y submarinos robot que tomaron las primeras fotografías del buque. El Titanic se hundió el 15 de abril de 1912 en su viaje inaugural entre Southampton y Nueva York, al chocar contra un iceberg, en un accidente que mató a 1.500 de sus pasajeros. Desde entonces se desconocía el paradero exacto de la nave.

La actual expedición, que tiene un costo de -unos 225.000 dólares -(unos 35 millones de pesetas) partió el miércoles 9 de Woods Hole (Massachusetts, EE UU) y debe regresar a su base a finales de julio, tras dejar dos placas conmemorativas en el barco y tomar decenas de miles de fotografías.

13 cámaras

El submarino, denominado Alvin, tarda dos horas y media en bajar y otro tanto en subir, lo que le permite sólo cuatro horas de trabajo en cada inmersión. La expedición tiene un total de 13 cámaras, montadas en el Jason Jr. y en el Alvin. También se dispone de otro submarino no tripulado, el Angus, que hará fotografias del buque. El grupo llegó al lugar el sábado a bordo del Atlantis II y ha transmitido sus informaciones por radioteléfono hasta su base en Woods Hole.Según las primeras impresiones transmitidas por Ballard, el barco está en realidad en peores condiciones que lo que podía deducirse a partir de las fotograrlas hechas por la primera misión, en septiembre pasado.

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"Nunca había visto tanto óxido como aquí. Es peor que lo que mostraban nuestras primeras fotografías", dijo Ballard, un geólogo que encabezó la expedición franconorteamericana que descubrió el Titanic hundido. "Es realmente lamentable ver cuán extensamente la carcoma ha afectado al buque", dijo.

Ningún resto humano

Los expedicionarios no han visto, en sus primeras incursiones a través del robot, ningún resto de los 1.500 muertos en la tragedia ni objetos personales. Las enormes dificultades de la empresa hacen casi imposible pensar en recuperar parte del tesoro en joyas y objetos de arte que se supone están sepultados junto con el lujoso buque.El grupo había bajado por primera vez el lunes, sin emplear el Jason Jr. En esa primera incursión vieron la cabina de mando, en la cual los objetos de bronce y la quincallería aún aparecían brillantes. Las superficies de madera, en cambio, estaban muy deterioradas. La mitad de la sección de proa está destrozada, y se observan escombros en los 800 metros que la separan de la intacta popa, según relató Ballard.

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