El Gobierno autorizará la instalación de dos bancos japoneses
El Consejo de Ministros aprobará, en fecha próxima, la autorización para que se instalen en España dos entidades financieras japonesas, Mitsubishi y Mitsui. Los bancos japoneses se comprometen a realizar una inversión de 21.000 millones de pesetas, 1.000 millones más de los exigidos legalmente. El resto de los bancos extranjeros que tienen solicitada autorización para abrir una sucursal -dos entidades japonesas más, el canadiense Royal Bank, el francés Crédit Agricole y un banco portugués- tendrán que seguir esperando futuras decisiones positivas, sin que por el momento haya una fecha determinada para que se produzcan éstas.El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, ha decidido presentar ya a un próximo Consejo de Ministros los expedientes de autorización de instalación de dos bancos japoneses que llevan más de un año, esperando que se les dé luz verde a sus proyectos. El Banco de España remitió al Ministerio de Economía hace poco más de un semana el informe preceptivo para que se tomara cualquier decisión. El informe de la autoridad monetaria no ponía ningún reparo a que se autorizaran todos o ninguno de los bancos aspirantes. Era "un informe abierto", según algunas fuentes próximas al Ministerio de Economía, en el que se expresaba alguna reticencia a que se autorizaran todos los bancos de, forma más o menos inmediata.
La decisión del Ministerio de Economía de proponer la autorización del Mitsubishi y el Mitsui se ha basado en "puros criterios objetivos" eligiéndoles en función del tiempo que llevan presentadas las propuestas formales de inversión. El sistema de elegir a los bancos por este criterio se ha debido a que los bancos japoneses presentaron una modificación de las condiciones originales ofrecidas prácticamente igual cuando, a finales del otoño pasado, el Banco de España les recomendó que estudiaran la posibilidad de ofrecer 0 más por su presencia.
Los cuatro bancos japoneses que quieren abrir una sucursal en España comunicaron al Banco de España que ampliaban la inversión directa a realizar desde los 2.000 millones de pesetas legalmente exigibles hasta 3.000 millones de pesetas. Las empresas japonesas que acompañan a estos bancos tampoco se diferencian prácticamente entre sí y pertenecen a los mismos sectores industriales lo que, en opinión de fuentes de la Administración, impedía elegir en función de estos criterios.
Abrir la mano
Después de más de un año de espera, los dos bancos japoneses serán autorizados a operar en España. El retraso en la autorización definitiva se ha debido a que las autoridades consideraban que la cuota de mercado alcanzada por la banca extranjera en España era muy elevada, lo que dificultaba la renovación necesaria de los bancos nacionales, y también porque coincidían en el tiempo no sólo operaciones de apertura de una sucursal sino negociaciones en curso entre algún banco extranjero, y alguno nacional para llegar a un acuerdo de inversión conjunta en una entidad que tendría un número mayor de oficinas y que significaría un mayor peso de la presencia extranjera.La finalización de estas conversaciones sin que se alcanzara un. acuerdo desbloqueó, al menos cronológicamente, el proceso burocrático de instalación de bancos extranjeros. Hasta entonces, el Banco de España no había mandado el informe preceptivo -nadie se lo había pedido- y poco después lo hizo llegar al Ministerio de Economía y Hacienda. Los bancos nacionales, por su parte, parece que habrían adoptado ciertas medidas para amortiguar la actuación de las entidades extranjeras en el mercado interior.
La elección de los dos bancos japoneses contentará a las autoridades de este país y, previsiblemente, planteará algunos problemas con Canadá, quien invocó en su momento la claúsula de reciprocidad de instalación para lograr que el Royal Bank estuviera entre los elegidos.
