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Rojo viaja a Lyon para que un especialista examine su rodilla izquierda

Juan Carlos Pérez Rojo, jugador del Barcelona, viajó ayer a la ciudad francesa de Lyón para ser examinado por el traumatólogo francés Gacón, especializado en dolencias de la rodilla. El delantero azulgrana fue acompañado por el jefe de los servicios médicos del Barcelona, Carles Bestit, y los doctores Rafael González Adrio, que operó a Rojo, y Fernando Bolaños.Según Bestit, esta decisión de consultar a especialistas extranjeros se ha tomado porque "la evolución de la rodilla de Rojo no era buena, aunque hubo un momento en el que parecía que todo iba bien". El jefe de los servicios médicos del Barça aseguró: "Sabíamos que su lesión era grave y su recuperación incierta y por eso hemos dejado transcurrir un cierto tiempo antes de tomar una determinación de acuerdo con el jugador". Los médicos del Barcelona han llevado consigo un amplio informe radiográfico sobre la rodilla del jugador y están a la espera del dictámen del prestigioso especialista francés para "saber si será intervenido quirúrgicamente otra vez". Gacón, con el que tanto Bestit como González Adrio mantuvieron consultas telefónicas, es un médico de la llamada escuela de Lyón que encabeza el veterano doctor Trillat.

Rojo fue intervenido quirúrgicamente el 11 de noviembre de 1985, mediante una artroscopia realizada por el doctor González Adrio para solucionar una lesión en el cóndilo femoral interno de su rodilla izquierda. González Adrio, incialmente, diagnosticó que el tiempo de recuperación del jugador sería de seis semanas.

El delantero azulgrana, un hombre fijo en el esquema de juego de Terry Venables y también en el del seleccionador Miguel Muñoz, comenzó a entrenarse con suavidad y cada vez que forzó el ritmo acusó molestias en su rodilla. Esta circunstancia inquietó a Rojo y a la directiva del Barcelona, que se planteó la posibilidad de que éste ver EL PAÍS del 8 de fiebre no pudiera consultar a especialistas extranjeros.

Rojo fue sometido a un tratamiento a base de rayos láser que alivió su molestias en la rodilla y le hizo concebir esperanzas de evitar el quirófano, pero que no ha servido para regenerar la parte ulcerosa del cartílago que recubre su fémur.

Si el jugador tuviera que ser operado nuevamente, posiblemente se le efectuaría una osteotomía.

El porcentaje de éxito de esta intervención se estima en un 80%.

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