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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Lidia Falcón protesta

Tengo que manifestar mi absoluto disgusto por el inaceptable programa Fin de siglo del día 5 de marzo pasado, presentado por Pablo Lizcano. Considero una provocación organizada por los que preparan ese programa la presencia y la actuación de ese bufón llamado Rupert, que fue permitida y hasta alentada por Lizcano y por los demás organizadores del programa.Solamente en esta ocasión me he visto tratada por una televisión con la superficialidad y la agresión de que hicieron gala Lizcano y el llamado Rupert. Tanto en la televisión catalana como en otros países en los que he sido entrevistada, me han tratado con el respeto que me merezco.

He participado en programas de la televisión en Bruselas, Estocolmo, Caracas, Nueva York; en diferentes canales, tanto hispanos como anglohablantes; Los Angeles, Boston, Filadelfia, Miami, San Juan de Puerto Rico y Tokio, y en innumerables ocasiones, en Barcelona y Madrid, y en todos ellos me trataron con todo respeto e impidieron que se realizara una burla tan barata del feminismo o de mi trabajo, así como que jamás se les permitió a los que participaban conmigo que intentaran agredirme verbalmente y casi hasta físicamente, como sucedió con ese Rupert.

Considero también que las burlas de que me hicieron víctima no están dirigidas sólo contra mi persona, sino contra todas las mujeres españolas y el movimiento feminista, lo que es anticonstitucional y antidemocrático. Pero si se permitieron organizar un programa televisivo como el que tuve que soportar, es porque se desprecia de la forma machista más anticuada y barata tanto a las mujeres como al feminismo.

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Solamente el desprecio que Televisión Española siente por el Movimiento Feminista les ha impulsado a organizar esa mascarada, pues nunca se hubieran permitido invitar a Marcelino Camacho o a Nicolás Redondo, o a Julián Ariza, a la vez que a un payaso como el Rupert, para que se burlara de ellos en público.

Lo que demuestra una vez más que los modos fascistas y machistas no se han desterrado de nuestro país ni, desgraciadamente, de un medio de comunicación tan importante como la televisión, que se utilizó para insultar a las mujeres y al feminismo, hundiéndose una vez más en el ridículo y la infamia que caracterizaban al franquismo.

Para despedirme, me queda únicamente manifestar mi desolación y desprecio por personajes como Lizcano, que de todos modos quiero creer que son excepción en la televisión española.-

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