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EL REFERÉNDUM DE LA OTAN

Satisfacción de Fraga porque no se critica la abstención, y silencio del Gobierno

El Gobierno mantuvo ayer un absoluto mutismo sobre el documento de los obispos españoles sobre el referéndum de la OTAN. "Es voluntad del Gobierno no hacer ningún comentario, al menos durante el día de hoy, sobre la declaración", manifestó ayer por la tarde el portavoz del ejecutivo, Javier Solana, tras la reunión del Consejo de Ministros. El presidente del Gobierno, Felipe González, comentó sobre la declaración episcopal: "no tengo ninguna opinión hasta que no la vea".La dirigente socialista Elena Flores, responsable de política exterior en la Ejecutiva federal del PSOE, expresó ayer su "extrañeza" ante la posibilidad de que se pueda plantear, como a su juicio hace la declaración de los obispos, que "la pregunta formulada por el Gobierno no sea clara o sea confusa". Flores juzgó que la pregunta planteada a los españoles no exige la contestación a varias cuestiones sino "a una sola, clara y planteada de forma muy sencilla por el Gobierno, y que se refiere directamente a si los españoles desean que España permanezca o no en la Alianza Atlántica".

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El presidente de AP, Manuel Fraga, consideró que la nota de la Conferencia Episcopal Española es muy ajustada a lo que debe ser la misión de los obispos". Fraga se congratula de que los obispos no pidan el voto, ni nieguen legitimidad a ninguna de las opciones que se están propugnando. Esto es, que no hayan recomendado expresamente el voto y por tanto no critiquen la postura abstencionista de la Coalición Popular.

"Los obispos entienden que cualquier postura de las propugnadas es legítima y nada dicen, como en otras ocasiones, sobre la necesidad de votar", dijo Fraga. La nota de los obispos señala a este respecto lo siguiente: "Ninguna de las decisiones posibles puede presentarse legítimamente como la única compatible con la conciencia cristiana". Fraga dijo coincidir plenamente con los interrogantes y las afirmaciones que vierte la Conferencia Episcopal. "Se reconoce", dijo, "la complejidad moral de esta consulta, así como la dificil interpretación que para los ciudadanos tiene la pregunta en los términos que ha sido formulada".

Presiones del Gobierno

El portavoz del PCE, Andreu Claret, se preguntó si en este comunicado episcopal no pueden encontrarse las huellas de "presiones gubernamentales". "Es de lamentar", declaró, "que en este pronunciamiento no haya habido una toma de posiciones tan precisa y clara como la que emanaba de los primeros borradores del documento que se dieron a conocer; debo expresar mis serias dudas acerca de que este cambio no se deba a presiones gubernamentales".A pesar de ello, el portavoz comunista consideró "globalmente positiva" esta comunicación. "Es especialmente alentador que el comunicado señale que la paz es contradictoria con la confrontación de bloques y la carrera armamentista", dijo Claret. "Los cristianos consecuentes entenderán que la permanencia de España en la OTAN no es una contribución a la paz", añadió el político comunista.

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