En múltiples ocasiones
he estado tentada de escribir a su periódico para manifestar mi opinión. Al no hacerlo me he sentido posteriormente feliz, al comprobar cuántas personas se hacían eco de mis mismos criterios.En esta ocasión, y con motivo de la suspensión del programa La clave, quiero hacer llegar mi repulsa, en la seguridad de que será compartida por millones de españoles. Me siento indignada por comprobar día a día cómo desde cualquier estamento que ostente un mínimo poder se trata tenazmente de coartar la libertad. Yo me pregunto una y otra vez cuál es la razón. ¿Por qué se suspende un programa que acoge todas las opiniones y fomenta el diálogo?
Creo que es un nuevo paso hacia atrás en la libertad de expresión en los medios de comunicación, que pone de manifiesto la ingenuidad de algunos responsables, si es que pretenden con estas medidas impedir que pensemos.-
Madrid.