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RELIGIÓN

Danneels resalta el papel de la 'Iglesia del silencio' en el sínodo

Juan Arias

Godfried Danneels, arzobispo de Bruselas y relator del sínodo extraordinario, en el que además ha sido autor del documento final, declaró ayer en Milán que el peso de los representantes de los países del bloque comunista (la llamada Iglesia del silencio) en la reunión fue muy considerable, y aseguró que a ellos se debe la insistencia sobre la teología de la cruz. Danneels hizo estas manifestaciones ante el arzobispo de dicha diócesis, Carlo María Martini, uno de los miembros del consejo del sínodo, pero que no había sido invitado a asistir al mismo en Roma. Martini, que está considerado como uno de los cardenales de mayor prestigio, es jesuita y fue rector de la Universidad Gregoriana de Roma y del Instituto Bíblico Pontificio.

Carlo Maria Martini, dado que no había podido asistir personalmente al sínodo, quiso escuchar de boca del mismo relator lo que allí había pasado, por lo que le invitó el lunes pasado a mantener una conferencia de prensa en su diócesis, en la que participó el mismo arzobispo de Milán haciendo preguntas como los demás periodistas.Una de las preguntas de Martini fue: "¿Qué ha quedado hoy del Concilio?". Y la respuesta del arzobispo de Bruselas a su homólogo de Milán fue: "Un obispo africano me ha dicho durante el sínodo que su problema no es el de la libertad religiosa, sino más bien la dificultad para explicar a sus feligreses por qué Cristo no fue negro".

Danneels reveló que la palabra catecismo había creado en el sínodo considerable oposición y que por eso se había dicho en el texto final "catecismo o compendio de la doctrina dogmática y moral de la Iglesia". Asimismo, el relator afirmó en Milán que en su opinión personal "no se puede hacer un catecismo para todo el mundo. Creo que lo que se hará será más bien un Ebro que sirva como referencia general".

La más interesante de las revelaciones del arzobispo de Bruselas durante la conferencia de prensa se refirió al papel que desempeñaron los obispos representantes de los países del bloque comunista en el sínodo, que en su opinión fue muy considerable. Danneels aseguró que a ellos se debió la insistencia sobre la teología de la cruz, la cual, subrayó, "tan sólo había sido insinuada en el Concilio Vaticano II".

Las 'iglesias del silencio'

Al parecer, en el sínodo se había creado una gran corriente de simpatía y afecto hacia la iglesia del silencio, y a esta simpatía se ha debido, explicó el relator del sínodo, el hecho de que las ideas de las iglesias perseguidas hayan prevalecido tanto en el documento final.Durante la conferencia de prensa, el cardenal Danneels, que vestía de clergyman y llevaba una cruz de madera sobre el pecho, defendió el Concilio afirmando que sin él probablemente se hubiesen roto las compuertas de la Iglesia en un momento de muchas tensiones.

Al final de la conferencia de prensa, Danneels hizo la mayor revelación al afirmar que el Papa no era partidario de que hubiese habido un documento final del sínodo. El arzobispo aseguró que Juan Pablo II le había dicho a él personalmente: "El Concilio es lo que es, ¿qué podemos añadirle?". Fueron, por el contrario, los padres sinodales quienes insistieron en que hubiese documento, y el hecho de que se haya hecho público, dijo Danneels, constituye un precedente del que no se podrá volver atrás.

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