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Un guardia civil, muerto en un atentado en Pasajes

San Sebastián El guardia civil Isidoro Díez Retón, de 39 años, resultó muerto ayer en un ametrallamiento registrado a las 23.05 en el barrio de San Pedro de la localidad guipuzcoana de Pasajes, en las proximidades del puerto, informa Efe. Isidoro Díez, guardia civil del servicio fiscal de aduanas, se encontraba con otro compañero, que salió ileso del atentado, en un turismo modelo Renault 12, matrícula SS-5931-N, cuando varios individuos dispararon contra ellos ráfagas de metralleta. Un disparo alcanzó al guardia civil. Le entró por un hombro y salió por el pabellón auditivo.

Una ambulancia de la asociación de ayuda en carretera de Guipúzcoa DYA (Detente y Ayuda) trasladó a Isidoro Díez, aún con vida, a la residencia Nuestra Señora de Aránzazu de la Seguridad Social de San Sebastián, donde murió poco antes de las 23.30 horas.Según declaró el teniente de la Guardia Civil responsable del servicio fiscal, los autores del atentado "les estaban esperando a muy pocos metros de donde han sido asesinados, y uno de los guardias civiles trató de repeler la agresión sin conseguirlo".

Isidoro Díez Retón, de 39 años de edad, natural de Zamora, estaba casado, era padre de cuatro hijos y tenía su residencia habitual en Irún. Llevaba nueve años destinado en Guipúzcoa, informa Europa Press.

Hacia las 23.40, un individuo que dijo hablar en nombre de ETA anunció telefónicamente a la asociación de Ayuda en Carretera que había dos hombres atados a unos árboles en la zona de Cuatro Vientos, en San Sebastián. Las dos personas, que fueron liberadas, informaron que unos individuos les habían robado, a punta de pistola, el coche en que viajaban.

Con el atentado de Pasajes, son ya seis los miembros de la Guardia Civil muertos a manos de etarras en actos de terrorismo en este año.

El 18 de junio de 1985, el cabo Eugenio Recio fue asesinado en Santurce (Vizcaya) de un tiro en la nuca cuando salía de su domicilio. En plenas fiestas de San Fermín, el pasado julio, dos terroristas asesinaron a tiros a dos guardias de paisano que custodiaban la Delegación de Hacienda en el centro de San Sebastián. El artificiero de la Guardia Civil Fernando Amor murió al tratar de desactivar una bomba de cloratita en Lullando (Álava), el 3 de agosto de 1985. Al día siguiente, y media hora después de finalizar su funeral, el guardia civil retirado José Expósito fue asesinado de un disparo en Elgóibar (Guipúzcoa).

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