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Protestas en Pontevedra por la reforma del parque de las Palmeras

La destrucción de la estructura del parque de las Palmeras, que data del siglo XIX, ha levantado protestas desde varios sectores de la sociedad de Pontevedra, que consideran que el parque pierde con los cambios sus valores de antigüedad. La reforma del parque, que está casi finalizada, le costará al Ayuntamiento de Pontevedra 45 millones de pesetas.Según el proyecto, los jardines se convertirán en un parque "al estilo inglés", con grandes extensiones abiertas, y gran parte de la vegetación se sustituye por césped. También estaba prevista la construcción de un auditorio, de unos urinarios en la zona del parque que queda enfrente del Gobierno Militar y cambiar los paseos, añadiendo unas elevaciones y depresiones en el terreno que hacen que los jardines pierdan toda la perspectiva de la ciudad.

Lo más grave, según el arquitecto César Portela, es que el alcalde, José Rivas, "ha convertido unos jardines perfectamente integrados dentro del casco urbano en una horterada". El alcalde, que pertenece al Grupo Popular, no atendió ninguna de las quejas de ciudadanos ni de las organizaciones que protestaron por el nuevo proyecto. Según Portela, "hasta de los sectores más derechistas han protestado, y eso es muy significativo".

Más tarde, el alcalde recibió una carta del Gobierno Militar pidiendo el cambio de los urinarios que se habían construido enfrente de su sede. El alcalde accedió y los retretes cambiaron de ubicación, y consecuentemente aumentó el presupuesto.

De todas formas, este gasto, según las organizaciones de jardinería, es innecesario; "lo único que necesitaba el parque era un buen trabajo de jardinería en lugar de tanta obra". Los jardines de Vincentti, que son conocidos como parque de las Palmeras, comunicaban a través de sus paseos de palmeras y magnolios con las principales calles de Pontevedra. Ahora, su nueva estructura los convierte en unos jardines distintos y aislados. "Se han cargado la rosaleda, la fuente, y en el estanque de los llorones, que es donde iba la gente a enamorarse, han colocado el parque infantil", dice César Portela, que también añade: "Se han cambiado las cosas con muy mal criterio".

Con mesas para comidas, montículos y paseos empedrados con las terracotas más modernas, el antiguo jardín de las Palmeras pontevedrés, construido alrededor de dos paseos cruzados de magnolios y palmeras, se ha convertido en un moderno parque.

El alcalde en funciones de Pontevedra, Aurelio Cortizo, declaró a este periódico: "Lo único que hemos hecho es salvar el parque de la situación desastrosa en la que se encontraba, incluso hemos ampliado la zona ajardinada".

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