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GALICIA

Un muerto y un herido grave durante el asalto a un restaurante en Vigo

Federico Fernández Retana, vigués, de 37 años, resultó muerto y otra persona herida de gravedad al ser alcanzados por los disparos efectuados por uno de los tres atracadores que asaltaron, en la madrugada del domingo, el restaurante O Pinal de Beade (Vigo). El asalto se produjo cuando unos 25 comensales se disponían a abandonar el local.Otro disparo provocó una herida de gravedad en la cara a José Manuel Llinares Iglesias, vecino de la barriada viguesa de Coya, al igual que el anterior.

Los disparos fueron hechos a menos de dos metros de distancia. Previamente, los atracadores habían desvalijado a los 25 comensales, una peña de amigos, que habían terminado su cena y estaban a punto de abandonar el local.

La policía continúa sus investigaciones tras el fracaso de las primeras operaciones de rastreo de la zona, deshabitada y de fácil ocultación, por la que se supone huyeron a pie los atracadores. Se da la circunstancia de que éstos habían asaltado el local el pasado 28 de abril y volvían, al parecer, con ansias de revancha. Entonces se habían llevado 90.000 pesetas, aunque se había hablado de 200.000. "Vais a pagar por esto", dijo uno de los atracadores poco antes de apretar el gatillo.

Todo ocurrió en unos minutos. Era la 1.30 horas del domingo. La cena había terminado y los 25 comensales, un grupo de amigos, acababan de pagar y se disponían a salir. La puerta del restaurante, que estaba cerrada, se abrió entonces y aparecieron tres individuos con la cara cubierta, armados con dos escopetas de cañones recortados y una Pistola, que tras un primer disparo de intimidación, encañonaron a los clientes conminándoles a dejar sus pertenencias y objetos de valor sobre el mostrador. Los objetos fueron introducidos en una bolsa e instantes después de produjeron los dos disparos, uno de ellos mortal, ante la estupefacción de los reunidos. Los asaltantes se apropiaron entonces de las llaves del coche de uno de los clientes y se dispusieron a huir, no sin amenazarle antes de muerte, molestos porque el motor no se ponía en marcha. Por fin arrancaron, pero tras colisionar con otro turismo, abandonaron el coche inmediatamente al percatarse de la proximidad del sonido de las sirenas policiales. Un vecino alarmado por los disparos había avisado al 092.

Los atracadores abandonaron entonces el coche, en el que más tarde fue encontrada una pistola detonadora, y un poco más adelante se deshicieron también de la bolsa, donde habían introducido el botín robado a los comensales: 39.000 pesetas, dos anillos y cuatro relojes. Se supone, pues, que se fueron de vacío. El herido pasó ayer a su domicilio tras ser atendido en el hospital Xeral de Vigo.

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