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El juicio por el atentado contra el Papa adquiere credibilidad desde que Agca fue sacado de la sala

El proceso para dirimir el alcance de la conspiración internacional para asesinar a Juan Pablo II en la plaza de San Pedro de Roma, en mayo de 1981, entra hoy en su segunda semana. La sesión se abrirá con la continuación del interrogatorio de Omar Bagci, el turco que entregó la pistola a Alí Agca en Milán cuatro días antes del atentado. En los próximos días les tocará el turno a Musa Sedar Celebi y a Alí Agca, y se efectuarán los careos que el juez estime oportunos. Como afirmaba el fiscal Antonio Marini, "una vez que Agca ha quedado fuera del aula [cuando uno de los acusados turcos presta testimonio, sus compatriotas no pueden, por decisión del tribunal que les juzga, estar presentes], ha empezado en serio el proceso".

Del espectáculo de las tremebundas afirmaciones de Agca sobre el fin del mundo se ha pasado al trabajo lento de los interrogatorios de examen de los hechos, al desmenuzar el enredo del compló contra Juan Pablo II.Celebi está acusado de haber sido quien puso en contacto a Alí Agca con Bekir Celenk en Sofía y de ser encargado de recibir el dinero pagado por el atentado. El interrogatorio de este personaje, jefe de los Lobos Grises en la Republica Federal de Alemania, resultará difícil, ya que hasta el momento ha rechazado todas las acusaciones vertidas contra él. Sin embargo, las declaraciones de Bagci le han envuelto en la trama de la pista turca del atentado contra el Papa.

Agca reiteró que Bagci le dio la pistola en Milán. Le relevó Bagci en él banquillo, quien dijo tener miedo de Alí Agca, y que por eso le llevó la pistola a Milán el 9 de mayo de 1981. Pero Santiapichi le debió de infundir un miedo aún mucho mayor, ya que ante sus rectificaciones negativas, expresiones confusas, le advirtió que procurase ser mucho más claro, "porque usted puede ser condenado a la pena perpetua". Y empezó a vaciar lo que sabía, sacando nuevos nombres y confirmando la trama turca del atentado. Y comprometió también a Celebi, personaje muy importante del caso, ya que, según el sumario de la investigación realizada por el juez Ilario Martella, Celebi es el hombre que enlaza con la mafia turca del tráfico de drogas y armas, implicada también en la operación, presuntamente al servicio de los búlgaros.

Entre los hombres de esa mafia contactada por Celebi figura Bekir Celenk, actualmente bajo control de las autoridades de Bulgaria, que le han retirado el pasaporte. Según el sumario, los encuentros Celebi-Celenk-Agca se realizaron en Sofía.

Así pues, Celebi es quien hace de enlace con la mafia turca y la pista búlgara, siempre según las hipótesis del sumario, que ahora deben ser comprobadas en el proceso de Roma. En caso contrario se desvanecería la famosa pista.

Las fuentes búlgaras consultadas han señalado la posibilidad "de que en un momento preciso" Celenk se traslade a la capital italiana para prestar testimonio. Por el momento ha dirigido una carta a sus abogados, cuyo contenido se desconoce, y que ha sido puesta a disposición del tribunal. La firma de Celenk fue autentificada por la Embajada de Italia en Soria.

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Celenk puede ser, pues, la carta escondida de los búlgaros. Hasta ahora, éstos muestran un prudente optimismo sobre el desarrollo del proceso y creen que las afirmaciones de Agca ante el tribunal quitan toda credibilidad a sus acusaciones.

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