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El Gobierno galo prepara un paquete de reformas para liberalizar sus mercados

Las bolsas españolas y francesas, a la cabeza de la rentabilidad mundial en el último año

Las bolsas españolas y francesas, junto a la de Hong Kong, se encuentran a la cabeza de las listas de rentabilidad bursátil en el último año en el mundo. La confirmación de este dato ha provocado cierta sorpresa entre inversores y expertos del sector, en gran parte porque se ha producido en países, con excepción de la colonia británica, que tienen al frente Gobiernos socialistas. La subida de la bolsa parisina ha animado al Gabinete francés a preparar un paquete de reformas que, aparte de facilitar la inversión extranjera, trata de equiparar el funcionamiento de sus mercados a los más perfeccionados de la city londinense.

Según el ranking de rendimiento de 19 bolsas mundiales que publica regularmente Capital International Perspective, de Ginebra, y recogido por la revista Institutional Investor, las bolsas españolas ocupan el primer puesto de rentabilidad, con un crecimiento del 51,9% en el período anual comprendido entre el 31 de enero de 1984 y la misma fecha de 1985. Este porcentaje fue prácticamente el doble al aumento registrado en la bolsa de Hong Kong (25,7%), y muy superior al que también experimentaron las del Reino Unido (22,9%), Italia (17,4%) o Francia (14,8%). Si bien gran parte de este espectacular aumento puede atribuirse al bajo punto de partida -la inminencia de la victoria socialista en ambos países provocó un hundimiento de las cotizaciones- o al incremento de la cotización del dólar, que hace más rentables las compras de acciones extranjeras para los inversores norteamericanos, es significativo que los notables aumentos en las bolsas se hayan producido en dos países donde los socialistas llevaban ya un largo período en el poder.

Así, si se consideran solamente los últimos seis meses la rentabilidad de las bolsas francesas es la misma que la de las españolas (del orden del 22% de incremento), y ambas solamente se ven superadas por el espectacular aumento de la bolsa de Hong Kong (71,2%), e igualadas por la subida de los mercados italianos, británicos, holandeses y canadienses.

Centro de atención

Pero sobre todo resalta el hecho de que el aumento en las bolsas españolas y galas se realice, aparentemente, al margen de la situación política. El apreciable rendimiento de la bolsa de París ha llamado la atención de la revista norteamericana Business Week, que en su último número afirma que el mercado parisiense se ha convertido en los últimos meses en el centro de la atención de los agentes y entidades bursátiles especializadas norteamericanas y británicas, pese a las reticencias y desconcierto que en los dos primeros años del mandato socialista provocó el Gobierno formado por François Mitterrand. El giro en la política económica realizado por el nuevo Gobierno del primer ministro, Laurent Fabius, junto a los programas de privatización de empresas públicas anunciados recientemente, "han sido anunciados justo en el momento oportuno, precisamente cuando el mercado está listo para ello", según opina la revista mencionada. De hecho, muchos grupos nacionalizados, como Pechiney, Thomson-CSF y otros, escondían fuertes pérdidas y mala gestión. Hoy algunos de estos problemas han desaparecido y la vuelta al sector privado es posible.

El Gabinete francés ha anunciado también en las últimas se manas varias medidas para liberalizar el mercado y hacerlo más atractivo a la inversión extranjera. Ha abolido determinadas comisiones en los intercambios de acciones, con el fin de reducir costes y aumentar la competitividad entre los agentes. Ha reducido los trámites necesarios en los parqués, aumentado el número de horas hábiles de actividad bursátil, y en los últimos días ha dado cabida en el mercado a las agencias especializadas y agentes londinenses y neoyorquinos.

Todo ello ha hecho que entidades especializadas como Merrill Linch, Citibank y otras acudan al mercado francés y traten de formar instituciones especializadas en aventuras conjuntas con intereses franceses. Para algunos expertos, lo que está tratando de hacer el Gobierno francés es dar una mayor competitividad a su anquilosado mercado bursátil, de forma que el mismo se abra a los nuevos instrumentos financieros, tales como certificados de depósitos, pagarés, mercados de futuros, etcétera.

Por otro lado, los socialistas franceses parecen tener en mente la proximidad de las elecciones legislativas -que se celebrarán en un año- y habrían sopesado la influencia que pueden tener en el desenlace de las mismas esos tres millones largos de inversores pequeños que acuden diariamente a colocar sus ahorros en los mercados.

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