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SANIDAD

Investigan en EE UU la utilización del corazón artificial no autorizado

Dos inspectores de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA), de Estados Unidos llegaron ayer al centro médico de la universidad de Arizona, en la ciudad de Tucson, para investigar la posibilidad de que esta agencia federal tome medidas sobre la utilización la pasada semana de un modelo no autorizado de corazón artificial.David Duarte, portavoz de la FDA, ha señalado que ya se ha enviado una carta en la que se efectúan "leves reproches" a los directivos del centro médico en torno al uso del corazón Phoenix, en un intento desesperado para salvar la vida de Thomas Creighton, un mecánico de automóviles de 33 años de edad.

Al ser preguntado por la razón de esta carta antes de que los inspectores de la FDA hubieran investigado el caso en el lugar de los hechos, Duarte señaló que se había producido una violación de la ley según todas las versiones de los medios de comunicación.

El corazón Phoenix fue el segundo de los tres corazones que Creighton recibió en una maratón quirúrgica en el plazo de 46 horas. El primero y el tercero fueron humanos, y Creighton murió el pasado viernes, pocas horas después del tercer trasplante.

El corazón Phoenix, que el cirujano Jack C. Copeland, director del equipo de trasplantes de la universidad de Arizona, pidió al hospital de San Lucas de Phoenix (Arizona), ha sido diseñado por el doctor Kevin Cheng y había sido implantado hasta ese momento solamente en animales por un período máximo de 12 horas.

William C. DeVries, autor de las tres implantaciones de corazón artificial efectuadas hasta el momento, es el único cirujano autorizado en Estados Unidos para efectuar estas operaciones, y el modelo Jarvik 7, el único corazón artificial que puede implantarse.

En la carta mandada por la FDA, el director de la división de instrumentos médicos, John C. Villforth, afirma que simpatiza con el fuerte compromiso de Copeland por hacer todo lo posible por su paciente, pero que precisamente la defensa de los intereses de los pacientes también constituye el principal objetivo de las leyes federales que regulan la utilización de ingenios experimentales.

Schroeder puede salir mañana

El segundo receptor de un corazón artificial, William Schroeder, puede abandonar mañana el hospital Humana de Louisville (Kentucky) si así lo deciden conjuntamente los médicos y su familia. Ese mismo día, Schroeder igualará los 112 días de vida con un corazón artificial respecto del primer receptor, Barnie Clark. Schroeder tiene la intención de asistir en su ciudad natal de Jasper (Indiana) a la boda de su hijo Terry.

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