_
_
_
_
Un 'barrio chino' marginal

Otros ámbitos

Las enfermedades de transmisión sexual se incrementaron en Madrid en 1984 sobre el año anterior, según los datos de la Dirección General de Salud Pública, del Ministerio de Sanidad. Al finalizar el año pasado, este organismo había registrado oficialmente en la Comunidad de Madrid unos 570 casos de sífilis y 2.500 de infección gonocócica, mientras que en 1983 las cifras fueron de 490 y 2.300, respectivamente.Ese fenómeno guarda una relación estrecha con la creciente extensión de la práctica de la prostitución masculina y femenina en la capital de España, que ha llevado a algunos políticos, como el socialista Juan Barranco, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, a solicitar la legalización y regulación de esa actividad como único medio de controlar la situación sanitaria de las personas que la ejercen.

Más información
La Ballesta, 2.000 y la cama

La prostitución femenina, además del barrio de la Ballesta, donde conviven chicas de local con callejeras, tiene otros ámbitos. Siguen abiertas las whiskerías de la Costa Fleming -prostitución de calidad-, aunque hayan perdido mucha clientela en beneficio de las situadas en torno a las calles de Orense y del Capitán Haya. La Casa de Campo, a su vez, es el territorio de una prostitución barata y al aire libre. Son las llamadas pajilleras.

El mercado masculino tiene sus centros en la calle del Almirante -chaperos, o jóvenes prostitutos -para homosexuales-, y en el paseo de la Castellana, en especial la esquina de María de Molina. Allí reinan los travestidos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_