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Morán confirma un inminente acuerdo sobre Gibraltar

Andrés Ortega

España y el Reino Unido anunciaran con toda probabilidad el 27 o 28 de noviembre un acuerdo que levantará las restricciones españolas sobre el peñón de Gibraltar a cambio del establecimiento de la igualdad y reciprocidad de derechos entre españoles y gibraltareños, según manifestó ayer en Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores español, Fernando Morán."Cabe esperar que este primer acuerdo abra paso a un proceso de negociación en el que se entraría en todos los temas", manifestó Morán, que se entrevistará en las fechas señaladas con su homólogo británico, sir Geoffrey Howe. "Las comunicaciones quedarán restablecidas con Gibraltar antes de la adhesión de España a la Comunidad", añadió Morán.

Según el ministro español, las negociaciones llevadas a cabo en los últimos meses por el director general para Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mariano Berdejo, han versado fundamentalmente sobre la situación de los españoles, la libertad de establecimiento, el reestablecimiento de las comunicaciones y el enfoque del tema de la soberanía. Morán afirmó tener "la impresión de que las posiciones se han flexibilizado por parte británica". Persisten, sin embargo, algunos problemas que no han sido aún resueltos del todo.

Lo que esto significa de hecho, explicaron fuentes políticas, es que Londres ha aceptado, a cambio del levantamiento de las restricciones sobre el Peñón, la aplicación adelantada de las cláusulas generales del tratado de adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) entre España y el Peñón sin esperar al ingreso en la Comunidad, bastando sólo el final de las negociaciones. Actualmente las restricciones impiden el paso de turistas extranjeros, vehículos y mercancías a través de la verja.

Naturalmente, se aplicarán las condiciones de adhesión, con sus períodos transitorios en los distintos capítulos (para lo que es necesario haber concluido antes estas negociaciones). Así, aunque la libre circulación de mano de obra no será una realidad hasta pasados siete años del ingreso en la CEE, desde el fin de las negociaciones un trabajador español tendrá prioridad para trabajar en el Peñón sobre un marroquí o un norteamericano, por ejemplo, aunque también necesite un permiso de trabajo.

La única excepción a la aplicación de las disposiciones transitorias desde el día de la firma en el Peñón será en el campo de los seguros y de la banca, ya que no le interesa a España. Todo ello obligará incluso a cambios en las disposiciones legislativas de Gibraltar.

El acuerdo tomará la forma de una declaración conjunta escrita -tras el encuentro previsto entre Morán y Howe-, y su texto está ya casi elaborado. En él se prevé comenzar de inmediato negociaciones "estructuradas" sobre lo que Morán calificó como el "corazón del tema de Gibraltar": la soberanía del Peñón en primer lugar (si Londres levanta sus últimas-reservas), la cooperación económica en la zona, las comunicaciones aéreas (el aeropuerto del Peñón plantea un problema de dumping, ya que los vuelos entre Gran Bretaña y Gibraltar se rigen por la tarifa interna nacional más barata) y la situación del istmo.

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