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GALICIA

Disensiones internas de los socialistas abren una grave crisis en el Ayuntamiento coruñés

Manuel Rivas

La pretensión del alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez (PSOE), de sacar a contratación conjunta y en bloque ocho aparcamientos subterráneos en las plazas arboladas y céntricas de la ciudad ha sido una de las causas inmediatas de la crisis abierta en el ayuntamiento de la capital. Las diferencias se han reflejado en la decisión del presidente de la Corporación de relevar de sus responsabilidades en el equipo de gobierno a tres concejales socialistas discrepantes.

Los tres, no obstante, iban a presentar su dimisión como responsables de las delegaciones de Hacienda, Imagen y Patrimonio. La disidencia de los tres ediles parece quebrar la frágil mayoría socialista en el consistorio coruñés, y puede conducir en breve plazo, de consumarse la ruptura interna, a un acuerdo entre PSOE y Coalición Popular, sobre todo en aspectos de la política urbanística. En la actualidad, la corporación municipal está integrada por 14 concejales socialistas (entre ellos los tres relevados de sus responsabilidades), 7 de Coalición Popular, 5 del Grupo Centrista La Coruña Unida y un independiente escindido de Alianza Popular.

El rechazo a los aparcamientos subterráneos en el centro y en las plazas arboladas fue uno de los principales argumentos de la oposición vecinal frente a la última corporación no democrática. Sobre todo, tras producirse la destrucción urbanística de la plaza de Pontevedra. La Corporación elegida en 1979 aprobó un documento del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que proponía estacionamientos disuasorios en la periferia. El actual equipo de gobierno ha retomado el proyecto de construcción de aparcamientos subterráneos, que estarían ubicados en las plazas de San Cristóbal; María Pita, Galicia, Palloza, Maestro Mateo, Ronda de Outeiro (2) y avenida de la Marina.

Pedro Arias, Segundo Pardo y Enrique Carreira, los tres concejales destituidos por el alcalde, han denunciado que las condiciones de licitación para la construcción y explotación de estos aparcamientos "se han hecho a la medida de una gran empresa, con la que ya han mantenido contactos miembros del gobierno municipal". Los discrepantes piden "un replanteamiento en el número de aparcamientos, ritmos de construcción, y diversificación de los concesionarios, evitando el monopolio".

Los tres concejales que han originado esta crisis, la más grave de las producidas en el seno de la actual corporación, cuestionan también algunas variaciones sustanciales introducidas en el PGOU, elaborado en la fase inicial por la anterior corporación, en la que el área de Urbanismo era gestionada por los comunistas. Según los críticos, "la edificabilidad en el centro ha sufrido incrementos entre el 40% y el 50%, considerando que "están siendo tratados como interlocutores privilegiados sectores vinculados a la especulación urbanística, mientras se rechaza todo diálogo con las asociaciones vecinales y otros colectivos".

El alcalde y el resto del gobierno municipal socialista han rechazado las acusaciones señalando que son "meras excusas para ocultar una actuación contradictoria y heterogénea, basada en una constante distorsión de la realidad". "La Coruña y sus instituciones democráticas", se indica en una nota oficial, "no pueden someterse a caprichos personalistas".

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El enfrentamiento se ha proyectado también en la agrupación socialista local. En una resolución aprobada en asamblea extraordinaria, se acusa a los disidentes de actuar instigados por el partido comunista, que no tiene representación municipal en La Coruña. Pedro Arias, hasta ahora delegado de Hacienda, que alcanzó celebridad como fundador de la coordinadora nudista ecológico-radical, ha señalado: "Llevo militando en la izquierda desde el año 1967, y con esta acusación me vuelve a entrar complejo de topo".

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