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SANIDAD

El mayor centro hospitalario valenciano dota a los enfermos de una carta de derechos y deberes

Miguel Ángel Villena

Los derechos y deberes de los pacientes de la ciudad sanitaria La Fe de Valencia, que cuenta con 2.000 camas y es el centro hospitalario más importante de la Comunidad Valenciana, quedarán recogidos en una carta que será repartida entre todos los hospitalizados a partir del 1 de septiembre. Esta iniciativa, que se implantará por primera vez en España, tiene su origen en el plan de humanización sanitaria y de política asistencial que han emprendido las autoridades del Insalud dentro del nuevo modelo de gestión hospitalaria.

No existe por el momento un texto unitario de la carta de derechos y deberes de los enfermos, que se va a empezar a aplicar próximamente en determinados hospitales, además de La Fe, entre ellos el de Cruces (Baracaldo), según ha informado el Insalud. La decisión de iniciar la experiencia la ha tomado la dirección provincial de este organismo en Valencia, de acuerdo con las directrices emanadas de la dirección general.Por otra parte, según ha declarado la dirección del hospital de Cruces, éste elaborará un informe de adaptación al plan del Insalud, atendiendo a las características especiales del centro, y cada hospital será dotado con una partida de dinero para la puesta en marcha del plan de humanización de la asistencia.

Uno de los puntos básicos de este nuevo modelo de gestión pasa por la puesta en marcha de un servicio de atención al paciente, que depende directamente de la dirección de la ciudad sanitaria La Fe y que está integrado por un médico, un ayudante técnico sanitario, un asistente social y un auxiliar administrativo. Este servicio distribuirá la carta de los derechos y deberes del paciente a todos los ingresados, y canalizará las posibles reclamaciónes y protestas.

En opinión del, director de La Fe, Pedro de Luna, se trata de vencer los miedos y reticencias de numerosos pacientes que desconocen el funcionamiento de un hospital e ignoran los derechos y deberes que tienen durante su estancia en un centro sanitario". De Luna señala que, si no surgen complicaciones, el próximo día 1 de septiembre comenzará a repartirse la carta entre los pacientes. En la elaboración de este texto han participado las autoridades del Insalud y los responsables de los centros hospitalarios, pero se han recogido también sugerencias de los representantes sindicales de los trabajadores y de todos los estamentos sanitarios.

Derecho a una muerte digna

Entre otras cuestiones, la citada carta recoge el derecho a una muerte digna y al conocimiento del estado de la enfermedad en todo momento por parte del paciente. De otro lado, el paciente puede negarse también a ciertos tratamientos médicos y a la realización en su cuerpo de investigaciones o experimentos clínicos.El punto que ha ocasionado mayor polémica en algunos sectores sociales y sanitarios se refiere al derecho a una muerte digna, que estipula que "el paciente tiene derecho, una vez agotadas las posibilidades razonables de superación de su enfermedad, a una muerte digna. El hospital proporcionará la ayuda necesaria para su preparación ante la muerte en los aspectos materiales y espirituales".

El director de La Fe niega que este punto guarde relación alguna con la práctica de la eutanasia, que está prohibida en nuestro país, y aclara que "lo único que se pretende es que tanto el paciente como sus familiares dispongan de una información exhaustiva sobre su estado para que a partir de ahí decidan sobre una determinada intervención quirúrgica o incluso sobre la posibilidad de volver a su domicilio en el caso de que el hospitalizado se encuentre ya desahuciado por los médicos. En esos supuestos, el hospital debe respetar la decisión del paciente y sus familiares".

Entre los deberes que deben observar los pacientes se incluye la colaboración en el cumplimiento de las normas de instrucciones sanitarias, el respeto al personal sanitario y el cuidado de las instalaciones.

Gran número de las quejas recibidas durante el último año por la Oficina del Defensor del Pueblo relativas a la sanidad se referían a déficits de información de los enfermos y usuarios y a la escasa educación sanitaria de la población.

Entre estas quejas está la falta de atención a los pacientes en el ámbito hospitalario o una atención deficiente debida a la masificación. En su informe anual, el Defensor del Pueblo consideraba necesario que cada centro pusiera a disposición de los usuarios y enfermos, al tomar contacto con el centro o ingresar en él, información asequible sobre sus derechos, reglamento del centro, trámites, etcétera.

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