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Superada la crisis de la representación diplomática de Bonn en Berlín Este

La salida el jueves de los últimos seis refugiados en la representación permanente de la República Federal de Alemania (RFA) en Berlín Este ha alejado de momento el riesgo de crisis en las relaciones entre los dos Estados alemanes y abre la posibilidad de nuevos acuerdos, aparte de la visita del dirigente de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, que se espera para fines de septiembre.La representación diplomática de la RFA en Berlín Este continúa cerrada para el público. Un aviso escrito a mano advierte que se puede llamar por teléfono. Los policías populares (vopos) y los agentes de paisano (stasi) vigilan y merodean por las proximidades del edificio, donde durante varios días 55 ciudadanos de la RDA vivieron en condiciones muy precarias en espera de forzar así la obtención de un permiso para emigrar.

Para tratar de evitar que se repitan situaciones similares, el Gobierno de Bonn ha decidido realizar obras por motivos de seguridad en su representación diplomática en Berlín Este, donde en el futuro habrá dos entradas. Los ciudadanos de la RDA -que la RFA considera alemanes, según la Constitución- tendrán que utilizar una entrada separada, con acceso a un sector aislado del resto del edificio, donde se atenderán las peticiones particulares. Se instalarán retretes en aquel lugar.

Durante los días de permanencia de los 55 refugiados las condiciones fueron muy duras, con sólo dos servicios para todos y durmiendo en colchonetas. Un Gobierno de centro-derecha en Bonn tuvo que tomar la determinación de cerrar la representación diplomática en Berlín Este y las puertas a nuevos posibles refugiados. Ésta es una de las paradojas de la crisis, y muchos se preguntan cuál habría sido la reacción de los democristianos (CDU-CSU) si esa decisión la hubiese tomado el anterior Gobierno social-liberal (SPD-FDP).

Concesiones a Bonn

Al mismo tiempo, la RDA parece dispuesta a negociar y hacer concesiones a Bonn más allá incluso de las que hizo al anterior Gobierno de la RFA, a pesar de que era más partidario de una política de distensión. La RDA recibirá un crédito de 950 millones de marcos (55.000 millones de pesetas) de un consorcio de bancos de la RFA avalado por el Gobierno de Bonn. El régimen de Berlín Este concederá algunas mejoras de tipo humanitario que no han sido concretadas. Se habla de rebajar las cantidades de cambio obligatorio de divisas para los visitantes occidentales, de 5.000 nuevas autorizaciones de emigración y también de rebajar la edad para viajar fuera de la RDA a las mujeres, que ahora sólo pueden hacerlo libremente a partir de los 60 años.Todo son especulaciones y abundan las intoxicaciones informativas, porque en la RFA parece haber círculos interesados en torpedear la visita de Honecker, prevista para fines de septiembre. Esto explica en parte las indiscreciones de la Prensa de Springer en la RFA, que publicó hasta el precio pagado por los refugiados en la representación permanente en Berlín Este: 100.000 marcos por cabeza (5,7 millones de pesetas).

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