_
_
_
_
Perparativos de los juegos de los Ángeles

España, "pueblo con estigmas árabes"

España nunca había estado presente en unos Juegos Olímpicos. En 1912 se solicitó una subvención estatal para acudir a los de Estocolmo y fue denegada, con gran indignación de Manuel Orbea, el fundador de la Federación Atlética Guipuzcoana, que llegó a escribir: "España se ha mostrado, una vez más, como el pueblo sin pulso, sin vida, depauperado, viejo; el pueblo con mayor número de inútiles físicamente para el servicio militar; como el pueblo de las corridas de toros, donde se desprecia la cultura física y al deporte se le Rama juego de chiquillos; el pueblo donde rigen como artículo de fe una porción de refranes reflejo de un cabileño modo de pensar; el pueblo con estigmas árabes".Los españoles, por aquel entonces, no superaban la media de 1,50 metros de estatura y 47 kilos de peso.

Más información
El nacimiento de la 'furia española'

Gracias a la aportación del marqués de Villamejor, miembro del COI -el Gobierno votó una subvención de 125.000 pesetas, que, según algunos, no llegó jamás-, los deportistas españoles pudieron estar presentes en Amberes. Su estreno no podía ir mejor auspiciado. El equipo de polo, al vencer a Estados Unidos por 13-3, se plantó en la final y perdió ante el Reino Unido por un apretado 13-11, conquistando la medalla de plata.

Leopoldo de la Maza, Justo de San Miguel -participó con 47 años-, Álvaro de Figueroa de Villabrajima, Luis de Figueroa de Velayos y José de Figueroa fueron los protagonistas de esa medalla.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_