Los socialistas reconocen la necesidad de revisar su política sobre el hecho nacional
Los socialistas han iniciado, a la luz de los adversos resultados electorales, un período de reflexión y análisis en profundidad que comenzó ya ayer por la tarde con una informal reunión de la ejecutiva en la sede barcelonesa del partido, a la que asistieron prácticamente todos sus miembros -con la ausencia destacada de Lluís Armet-, a pesar de que había sido considerado día de descanso. Los principales dirigentes socialistas se mostraban ayer partidarios de replantear la política del partido en relación al hecho nacional, pero no tanto el contenido de esta política, como su expresión.
El primer secretario del partido, Raimon Obiols, acudio a primera hora de la mañana a su despacho y convocó formalmente a la ejecutiva del partido para el próximo jueves. Obiols adelantó a EL PAIS los cambios que en su opinión debe experimentar la política del PSC: "Iniciar un trabajo en profundidad para lograr una mayor presencia en la sociedad, mediante un trabajo sindical y cultural riguroso, por un lado, y abrir un diálogo con los sectores nacionalistas de izquierda, por otro".Raimon Obiols reconoció que "nuestra posición no es fácil de comunicar a estos sectores, que tal vez no han entendido bien nuestra política a nivel de Estado, nuestra articulación con el socialismo español. Necesitamos reflexionar desde la izquierda sobre el hecho nacional y articular una política que oponer al nacionalismo de derecha". Tanto Raimon Obiols como otros miembros de la ejecutiva salían enérgicamente al paso cuando se les planteaba la posibilidad de que la derrota del PSC fuera interpretada en algunos sectores militantes del PSOE como consecuencia del predominio en el partido catalán de los sectores considerados nacionalistas. "No, taxativamente no", dijo Obiols. "Ni se ha producido esa incomprensión ni se producirá, porque sería una barbaridad".
No fue una casualidad que Raimon Obiols declarara solemnemente en su primera alocución pública inmediatamente después de conocer la derrota que "comprobamos un cierto proceso de erosión o desafección del voto de posiciones nacionalistas y catalanistas que en otras elecciones iban a parar a los socialistas". El contenido del comunicado había sido redactado previamente en una reunión a la que asistieron Narcís Serra, Pasqual Maragall, Lluís Armet, Joan Reventós e Isidre Molas. La inclusión de este punto respondía, según confirmó más tarde uno de los asistentes, a la voluntad del partido de dejar clara, ante todos, su interpretación de que las elecciones no se han perdido por hacer la competencia a Pujol en su propio terreno, como podrían aducir ciertos sectores del PSOE, sino precisamente por lo contrario: no haber sabido explicar el contenido nacionalista de la política del PSC.
La opinión de Triginer
Sobre la opinión que le merecía este punto en concreto de la declaración de Obiols, Josep Maria Triginer, procedente de la antigua organización del PSOE en Cataluña, declaró ayer: "Ésta es una opinión del primer secretario, pero es preciso añadir que un segmento importante del voto de izquierda tampoco ha ido al PSC esta vez, sino a la abstención. El cambio de posiciones del electorado, fuertemente motivado por la crisis económica, es más complejo de lo que pueda inferirse en un análisis superficial".
La diputada Anna Balletbó destacó que de las siete elecciones que se han celebrado en Cataluña, los socialistas han gana do las tres legislativas y las dos municipales y, en cambio, han perdido las dos autonómicas. "La causa puede ser que tal vez no hemos sabido explicar nuestras posiciones catalanistas y nuestras diferencias respecto al PSOE. De la experiencia electo ral catalana podríamos deducir que en las demás consultas se ha votado en función de la gestión; en las autonómicas, en cambio, se ha votado en función de sentimientos. Seguramente no hemos sabido explicar que ese sentimiento del que nosotros participamos, puede luego aplicarse de modo muy diferente si la gestión es de derechas o si es de izquierdas. Yo creo que la gente ha votado en estas elecciones corno si fuesen en realidad las de 1980, porque CiU ha enmascarado en la permanente reivindicación frente a Madrid las competen cias reales que tenía. Por eso la gente no sabía, en general, si lo había hecho bien o mal. Simplemente, ha votado sentimiento".
