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BALANCE DE LAS ELECCIONES AL PARLAMENTO DE CATALUÑA

El PCC rozó el 3% de los votos, lo que le hubiera valido dos diputados

El Partit Comunista de Catalunya (PCC), nacido de la escisión más reciente del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), se mantuvo, hasta los últimos escrutinios rozando el 3%, porcentaje mínimo para obtener escaños en el Parlament, en cuyo caso hubiera alcanzado dos diputados. La Entesa de l'Esquerra Catalana, otro de los minoritarios, vio frustradas sus pretensiones al comienzo del recuento de votos. Las opciones del nacionalismo de izquierdas, excepto PSC y PSUC, han sido las grandes perdedoras de los comícios catalanes.La Entesa, según Jordi Carbonell, cabeza de lista por Barcelona y uno de los fundadores de Nacionalistes d'Esquerra, se presentó como la alternativa que pretendía aglutinar las reivindicaciones con cierto arraigo en los sectores juveniles: pacifismo, ecologismo, feminismo.

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La campaña del PCC se ha centrado en cuestiones irresolubles a corto plazo, como el paro, que azota a Cataluña con intensidad creciente. Otros de los alicientes en su campaña han sido las críticas al PSUC, aderezadas con ofertas de colaboracionismo respecto del PSC. Los comunistas catalanes han esgrimido menos que ningún otro partido argumentos de tipo nacionalista y sí han barajado todos los elementos y tópicos del marxismo clásico.

Pere Ardiaca definía de este modo el balance de su partido durante la noche electoral: "Hemos conseguido consolidar un partido revolucionario, de clase, que pretende, en el Parlament o en la calle, aglutinar a todas las fuerzas de izquierda para formar una oposición fuerte". El nacionalismo de izquierdas baja y suben los postulados de la lucha de clases. El intento de unir a la izquierda, nacionalista o no, es una antigua aspiración de los partidos. En el caso de la Entesa parece improbable que el techo electoral pueda subir mucho más.

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