El discurso de Mitterrand
(...) Era, si se reflexiona verdaderamente al respecto, el primer cambio real y dramático de François Mitterrand con ese electorado de izquierda, traumatizado por la crisis. (...) Lo ha llevado a cabo, situándose al alto nivel de su función presidencial, que es la de un árbitro por encima de los partidos y de las disputas de intereses. (...)Su respuesta a las críticas de Georges Marchais es significativa. Al recordar que no estaba comprometido por el acuerdo, firmado entre el Partido Comunista y el Partido Socialista, de junio de 1981, ha hecho una observación importante desde el punto de vista constitucional: el presidente de la República no es elegido para aplicar el programa de un partido o de una coalición, sino para asumir la defensa de los intereses superiores de la nación. (...)
5 de abril