_
_
_
_

Pérez de Cuéllar pide mecanismos globales para renegociar la deuda externa de Latinoamérica

Joaquín Estefanía

ENVIADO ESPECIAL, Una rebaja sustancial de los tipos de interés en los países desarrollados y la concertación de mecanismos globales para la renegociación de la deuda externa fueron dos de las medidas más significativas pedidas por Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de las Naciones Unidas (ONU), y por Enrique Iglesias, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en la asamblea que esta última institución está celebrando en Lima estos días.

El martes terminaron las reuniones de los comités técnicos y a partir de ayer se abrieron las sesiones plenarias, en las que participan ministros, secretarios de Estado y delegados de bastantes países latinoamericanos. La máxima representación española la ostenta Luis Yáñez, presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI), ante la ausencia de última hora del ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer.Estas intervenciones se producen pocos días después de que Argentina consiguiese in extremis evitar la moratoria del servicio de su deuda exterior (cifrada en algo menos de 45.000 millones de dólares), con la ayuda de México, Venezuela, Brasil, Colombia y Estados Unidos, en lo que se considera en la CEPAL el primer ejercicio práctico de una acción multilateral en la renegociación del endeudamiento exterior.

Pérez de Cuéllar expresó su preocupación por "el futuro económico, social y político del Tercer Mundo", y reiteró la petición de un nuevo orden económico internacional, que "no podrá implantarse en la atmósfera actual de crecimiento lento y desequilibrado que impera en el mundo, en la que se imponen medidas extremas de austeridad a los países con problemas de deuda y de balanza de pago".

Restablecer el crecimiento

La primera tarea para el futuro inmediato debe ser, según el secretario general de la ONU, "restablecer el crecimiento de los países en vías de desarrollo, creando montos importantes de liquidez, reanudando el crecimiento de la financiación comercial y no comercial, imponiendo medidas inmediatas de expansión del comercio y consolidando y estabilizando los precios de los productos básicos y los ingresos correspondientes. Al mismo tiempo, los países industriales deben ampliar el proceso de crecimiento en los propios países, adoptando medidas fiscales y monetarias más equilibradas, reduciendo las tasas de interés, resistiéndose a las presiones proteccionistas y, en general, cobrando de manera más concertada, incluso respecto de problemas estructurales".Por último Pérez de Cuéllar se refirió al problema de la deuda exterior: "Aunque indudablemente se han tomado medidas para hacer frente a las emergencias en materia de deuda, a mi juicio estas medidas han respondido a casos específicos y se han tomado predominantemente dentro de horizontes a corto plazo, sobre la base de medidas extremas de austeridad. Cabe preguntarse si no ha llegado el momento de adoptar un criterio más global del problema de la deuda, con una perspectiva a más largo plazo, y optando por soluciones basadas en el crecimiento y en una distribución más equitativa, entre los países acreedores y los países deudores de la carga que imponen tales soluciones".

Enrique Iglesias, en su informe América Latina: crisis y opciones de desarrollo, afirmó que "las políticas monetarias y fiscales y las altas tasas de interés prevalecientes en Estados Unidos están contribuyendo fuertemente a la contracción de una actividad económica global y recortando las posibilidades de expansión del mundo en desarrollo.

Al mismo tiempo parece claro que los países de la región deberían buscar alternativas a las severas políticas de ajuste que han puesto en práctica en los últimos años, buscando estrategias de desarrollo que pongan énfasis en el crecimiento económico. Lo anterior supone la adopción por parte de la comunidad internacional de mecanismos que permitan una administración y refinanciación más tolerante de la deuda externa de estos países".

La deuda exterior latinoamericana asciende en estos momentos a 350.000 millones de dólares, con el problema complementario para la región de verse afectada por una profunda crisis económica.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_