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La policía cree que la explosión que derribó 3 casas en Barcelona fue originada por un artefacto

La policía sospecha que un artefacto causó la violenta explosión que derribó, hacia las dos de la tarde de ayer, los inmuebles números 29, 31 y 33, de tres plantas cada uno, de la calle de Cinca, en el barrio de Sant Andreu. A consecuencia del accidente murieron tres personas: el bebé de ocho meses Cristian Rivero Martín; Valeriano Ciarcía García, de 20 años, y Miquel Valis Aresté, de 67 años, y resultaron heridas 12 personas, aunque ninguna de gravedad. Entre los escombros fueron hallados 200 kilos de propaganda anarquista y un trozo de ropa quemado.

Fuentes policiales señalaron anoche la posibilidad de que, en el momento de la explosión, alguien se encontrara manipulando un artefacto en uno de los inmuebles siniestrados. Asimismo, confirmaron haber encontrado 200 kilos de propaganda de la CNT, que fueron requisados por coches patrullas y trasladados a Jefatura, y un trozo de ropa quemado en el punto don de se cree que se produjo la explosión. Estos datos, junto a la poca consistencia de las diversas hipó tesis barajadas durante toda la tarde sobre las causas del siniestro, abonan, según la policía, la posibilidad de que se trate de un arte facto. La Brigada Regional de Información se ha hecho cargo de las investigaciones. La hipótesis de que un artefacto originó el suceso se consideró ya a primeras horas de la tarde. Algunos vecinos aseguraron que uno de los habitantes de las casas siniestradas había denunciado hace unos días a la poli cía la presencia de individuos sospechosos en un taller situado en el número 31.Catalana de Gas informó a las pocas horas de la explosión que ninguno de los tres inmuebles tiene ni ha tenido nunca suministro de gas canalizado.

Decenas de voluntarios, casi todos ellos vecinos del barrio, prestaron los primeros auxilios a los heridos. La Guardia Urbana y policías nacionales e inspectores de la comisaría de Sant Andreu no tardaron en llegar al lugar. Los bomberos lo hicieron minutos después, cuando ya se habían efectuado las primeras evacuaciones de heridos.

Inspectoreis del Cuerpo Superior, pertenecientes a1os grupos de la Brigada de Seguridad Ciudadana y del Gabinete de Identificación, trabajaban mezclados entre decenas de bomberos, guardias urbanos, técnicos municipales, voluntarios de la Cruz Roja, periodistas, curiosos, familiares, albañiles y vecinos. Las condiciones de trabajo eran pésimas. Había tanto desorden que el desplome de una pared estuvo a punto de costar la vida a cinco personas.

A las 23.40 apareció bajo los es combros, junto al lavabo de su vivienda, el cadáver del joven de 20 años Valeriano García García. Poco después, a las 00.20 horas de hoy, se encontró el cuerpo sin vida de Miquel Valls Aresté, de 67 años, frente a la puerta de su casa.

Algunos de los afectados fueron trasladados al edificio del consejo municipal del distrito, donde los representantes municipales y de las entidades del barrio decidieron instalarlos de forma provisional en unos apartamentos de la Diagonal. También se decidió abrir una cuenta corriente en solidaridad con los damnificados.

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Los empadronados en los inmuebles derruidos son 14 personas. En el 29 estaban registrados el niño fallecido, Cristian, y sus padres, María Rosa Martí Soler y José Antonio Rivero González.

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