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Los All Blacks neozelandeses, de gira por Escocia e Inglaterra

Esta tarde comienza en Edimburgo la gira de la selección neozelandesa de rugby, considerada como la mejor del mundo. Esta minigira sorpresa de los famosos All Blacks, con sólo ocho encuentros por Escocia e Inglaterra, fue concertada a última hora. Los británicos aprovecharon que Argentina retiró por motivos políticos su previa invitación a los neozelandeses, porque el país austral había apoyado al Reino Unido durante la guerra de las Malvinas.

Las giras, dadas las grandes distancias de los paises que practican el mejor rugby (británicos, Francia, Nueva Zelanda, Suráfrica, Australia, Argentina, por ejemplo) son la práctica habitual de contacto en este deporte que no tiene Campeonato Mundial. Sólo el Torneo de las Cinco Naciones reúne a los equipos británicos y Francia.Los All Blacks neozelandeses vienen con un equipo renovado y lleno de jóvenes promesas: 12 de los 26 seleccionados figuran por primera vez en el conjunto. Es de lamentar, sin embargo, la ausencia de su zaguero Allan Hewson, que es el número uno mundial en su puesto y que está lesionado, con un golpe en la rodilla. Tampoco han podido venir cuatro de sus delanteras, Andy Haden, Gary Whelton, Graema Higginson y Gaery Knight, así como el tres cuartos Dave Loveridge y el capitán Andy Dalton, retenidos todos ellos por motivos profesionales. Los jugadores de rugby son amateurs y acaba de comenzar en Nueva Zelanda la temporada de trasquilar a las ovejas. Los seis jugadores son granjeros.

La ausencia de Dalton hará que capitanee el equipo en esta ocasión, por primera vez, Stu Wilson, alero del Wellington. El entrenador Bryce Rope ha aprovechado la ausencia de todos estos jugadores para dar una oportunidad a los más jóvenes, y varios miembros de la selección juvenil tendrán ocasión de vestir la tradicional camiseta negra.

La atención se centra en el medio volante Kenn Boroevich, un mahorí de 23 años, bien conocido en España porque formó parte de la selección que visitó nuestro país recientemente, y en el central Brian McGratton, también del Wellington, que tan buen papel hizo hace sólo dos semanas frente a los australianos.

A pesar de todas estas novedades, los británicos no están tranquilos. Los neozelandeses siguen siendo considerados en el Reino Unido prácticamente invencibles. Los equipos escoceses e ingleses tendrán que superar el golpe moral y psicológico que supuso la derrota este verano en Nueva Zelanda de los Lions británicos, selección de las cuatro Uniones: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda.

La apretada gira, que durará hasta el próximo día 19 de noviembre, enfrentará a los All Blacks contra los siguientes equipos: Edimburgo, Sur de Escocia, Northern Division, London Division, Midland Division, Escocia (12 de noviembre ), Southland, e Inglaterra, segundo test match, o encuentro a nivel de selecciones nacionales, el día 19, en Twickenham. En estos dos encuentros, los más importantes, los locales, aunque tienen pocas esperanzas, intentarán quitar a sus aficiones el mal sabor de boca que produjo su pésima clasificación en el último Torneo de las Cinco Naciones. Los ingleses, que cerraron la lista, se llevaron la cuchara de madera, premio al peor clasificado.

Los aficionados británicos lamentan que los All Blacks no jueguen contra Irlanda y Gales, que son precisamente los mejores equipos del Reino Unido en la actualidad.

Están obligados a cifrar sus esperanzas en dos equipos medianos, ingleses y escoceses, que tendrán grandes dificultades para aguantar el juego rapidisimo y de gran calidad técnica de los kiwi. Los neozelandeses practican running rugby, opuesto al rugby de fuerza, y son famosos por su flexibilidad e inteligencia. Todo el mundo parece estar de acuerdo en que los All Blacks volverán a casa con ocho victorias. Los aficionados británicos se conformarían con un tanteo ajustado y con ver buen rugby.

Buena actuación japonesa

Mientras un combinado español perdía sus tres encuentros de forma aplastante la semana pasada, en una clara demostración del estancamiento del rugby español, la selección japonesa, que concluyó el sábado su gira por el Reino Unido, fue despedida con una ovación de gala al perder por el mínimo tanteo de 29 a 24. frente a Gales. El Arms Park, de Cardiff, se llenó hasta la bandera para ver jugar a las Abejas punzantes, apodo que ha otorgado la Prensa británica al equipo nipón.La gira, que comenzó el pasado día 8, sorprendió por el buen nivel de juego de los japoneses, muy lejos de aquel equipo inicial que sufrió hace ocho años la humillación de perder en su propio campo, Tokio, frente a los galeses por un aplastante, 82-6. Gales se encontró ahora con un equipo compacto y extremadamente veloz y tuvo que emplearse a fondo para asegurar el triunfo final.

Los japoneses compensan su falta de altura y de peso en la línea ofensiva con una gran movilidad y rapidezen la línea de tres cuartos. De esta forma, sus dos estrellas, Matsho y Komishi, encontraron más de una vez el hueco para marcar sus ensayos. Cabe destacar la calidad de su pateador Kobayasi, que no falla los golpes de castigo y las transformaciones, y la disciplina defensiva de los nipones en las touches o saques de lateral.

La selección japonesa tuvo una gran actuación a lo largo de toda su gira, con dos victorias en encuentros dificiles frente al Newbridge (19-14) y frente al Abertillery (17-13). Con el Neath logró un meritorio empate a 21 tantos y sólo se doblegó frente al Pembroke, por 28-15.

El rugby se viene practicando en Japón desde hace más de 84 años, gracias a un profesor de inglés de la Universidad de Cambridge que lo llevó consigo cuando fue contratado por una facultad de Keio. Pero a pesar de contar con más de 3.000 equipos y con una gran afición, los japoneses nunca han logrado que su selección figure en los grandes circuitos de los equipos de élite. Por eso tenían grandes esperanzas en esta gira por el Reino Unido, que ha cubierto todos sus objetivos y ha llenado de satisfacción al centenar de seguidores que se desplazó desde Japón con la selección.

Henry Kono, jefe de la expedición, comentó con una sonrisa su derrota frente a los galeses: "No nos damos por vencidos. Entrenaremos con lluvia y con barro y lograremos vencer la próxima vez". La apretada victoria del equipo galés les permite mantener las esperanzas.

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