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El Nobel de Economía, otorgado a Gerard Debreu por sus estudios sobre el equilibrio del mercado

Gerard Debreu, de 62 años, nacido en Francia y naturalizado norteamericano, fue distinguido ayer por la Real Academia de Ciencias de Suecia con el Premio Nobel de Economía 1983, por sus investigaciones sobre el equilibrio general de los mercados. Las primeras aportaciones de Debreu mostrando la existencia de precios creadores de equilibrio datan de los años cincuenta, cuando realizó un trabajo en colaboración con el profesor Kenneth Arrow -premio Nobel de Economía 1972-.

Debreu y Arrow elaboraron un modelo matemático de economía de mercado según el cual los diferentes productores proyectaban su producción de mercaderías y de servicios, y por consiguiente, su demanda de factores de producción, con el objetivo de maximatizar su beneficio. Así se crearon en el interior del modelo lazos entre la oferta de mercancías por una parte y de todos los precios por otra.Buscando prever el comportamiento de los consumidores, ambos economistas pudieron establecer relaciones llamadas de demanda; es decir, las conexiones entre los precios de todas las mercaderías y todos los factores de producción y la demanda de estas mercaderías, así como la oferta de los factores,

En este modelo lograron probar la existencia de precios de equilibrio; es decir, demostraron la consistencia lógica interna de los modelos de los economistas en materia de economía de mercado. Con posterioridad a estos trabajos pioneros, se produjo una rápida evolución, que tuvo a Debreu como el investigador principal. Su libro Teoría del valor, de fines de los años cincuenta, se ha convertido en clásico tanto por la universalidad de su contenido como por su valor general.

Puede decirse que la teoría general de equilibrios elaborada por Debreu contiene en el mismo modelo una teoría de la localización, una teoría del capital y una teoría del comportamiento en situaciones de inseguridad.

Decisión de los consumidores

En un sistema de mercado descentralizado, los consumidores individuales, tanto como las empresas individuales, adoptan decisiones de compra y de venta de mercados y servicios únicamente en función de su propio interés. La cuestión, ya planteada por Adam Smith, era la de saber de qué manera estas decisiones aparentemente independientes entre sí podían ser coordinadas y permitir que los vendedores pudieran colocar su producción proyectada, y los consumidores, realizar su consumo previsto.La respuesta de Adam Smith era que cuando existe flexibilidad en la determinación de precios y salarios, ello supone automáticamente la coordinación deseada de los planes individuales.

A fines del siglo XIX, esta idea fue formulada matemáticamente por León Walras bajo la forma de un sistema de ecuaciones para la demanda de mercaderías y servicios por una parte, la de los consumidores, por la oferta de las mismas mercaderías y servicios por los productores, la demanda por sí misma de factores de producción y por el equilibrio; es decir, la igualdad entre la oferta y la demanda. Debreu y sus sucesores, con sus trabajos, han permitido precisar y analizar las implicaciones exactas de estas condiciones.

También ha realizado una contribución, sustancial en lo referente a demostrar la estabilidad del equilibrio, el saber si sería rentable para un grupo de individuos sustraerse enteramente a la economía de mercado y poder así asegurarse por sí mismos una mejor situación.

También Debreu ha, aportado una contribución valiosa a la teoría del comportamiento de los consumidores, en términos de funciones llamadas de utilidad, y las posibilidades de agregar de manera consistente los lazos individuales de demanda por grupos de individuos.

Pero la contribución más importante, según los fundamentos de la Academia de Ciencias, ha sido su claridad en el rigor del análisis, la distinción entre una teoría y la interpretación que de ella se ha dado, y la elección de métodos y técnicas de análisis de la teoría económica comparable a los de los grandes economistas contemporáneos.

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