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El líder del Movimiento Nacional Armenio espera que haya nuevos atentados

"Habrá más atentados como el de hace tres días en el aeropuerto parisiense de Orly", declaró ayer el líder del Movimiento Nacional Armenio, Ara Toranian, a Le Journal du Dimanche.Toranian condenó al Ejército Secreto Armenio de Liberación de Armenia (ASALA), que reivindicó la sangrienta explosión y responsabilizó a la opinión mundial por su indiferencia ante el genocidio de los armenios por los turcos. Ayer, el balance de víctimas ascendía ya a seis muertos. 36 personas permanecen hospitalizadas, varias de ellas en estado muy grave.

El jefe del Movimiento Nacional Arrnenio, Totanian, en sus declaraciones de ayer, en París, se manifiesta poco más o menos, tras el dramático atentado del aeropuerto de Orly, como lo hace la mayoría de los armenios de la diáspora (cerca de seis millones): se condena la acción del ASALA por razones morales y humanas, pero la explican y, hasta cierto punto, la comprenden. Toranian dice que el ASALA, en suma, no hace más que responderle a la opinión mundial con el lenguaje de está última: el cinismo.

A su entender, los Gobiernos occidentales que mantienen relaciones normales con Turquía y que no reconocen el genocidio de los armenios por los turcos en 1915 (cerca de dos millones de muertos), son los que han empujado al ASALA hasta el extremismo trágico. Hoy, los armenios, como en su día los palestinos, viene a decir Toranian, tienen que recurrir a gestos desesperados para que el mundo los tome en cuenta. Por todo ello, el líder armenio piensa que el ASALA, ante la indiferencia occidental, continuará cometiendo atentados como el de Orly.

Apuntar a Francia

En París se piensa que, con el atentado del otro día, el ASALA no sólo apuntó a Turquía, sino también al Gobierno francés, por esa indeferencia que evoca Toranian y porque así lo ordenarían los financieros de la operación. El ASALA, efectivamente, se sospecha que actúa por cuenta de Libia, Irán y Siria, tres países que no valoran satisfactoriamente la política del Gobierno socialista francés en Oriente Próximo y en África.Los miembros del ASALA fueron expulsados de Beirut al mismo tiempo que los palestinos de Yasser Arafat. Actualmente se refugian en Irán. Nadie ofrece pruebas sobre la realidad de este laberinto, que aquí se denomina terrorismo internacional, pero los franceses están convencidos de que el ASALA ha vendido sus intereses reivindicadores de una identidad a esos países.

Libia, concretamente, se sopecha aquí que, actualmente, está dispuesta a favorecer todo tipo de provocaciones a Francia. Y esto, debido a la guerra de Chad. El coronel Gadafi apoya al ejército rebelde de Gukuni, mientras el Gobierno socialista defiende al presidente, Hisséne Habré. Libia, deseosa de anexionar a Chad, mantiene una tensión constante con los poderes que se suceden en Francia. Por lo que se refiere a Irán, Francia acoge en su territorio a los enemigos del jomeinismo, y Siria no aprecia la posición francesa respecto al problema palestino-libanés-israelí.

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