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Italia y las tres democracias: bloqueada, mediana y realizada

Juan Arias

Nunca, en los últimos tiempos, el mundo político italiano ha estado más inquieto que ahora, tras el terremoto electoral de los días pasados. Y empiezan a aparecer las primeras hipótesis para resolver la crisis creada por la derrota democristiana y el avance del partido de la protesta.

El día 12 se reunirá el huevo Parlamento. El líder democristiano, Ciriaco de Mita, ha declarado ya que se queda, que no se va, porque, dijo, "sería como abdicar". Y su partido, por ahora, lo apoya. Después Dios dirá, porque hay quien asegura que se prepara una noche de los cuchillos largos.

Mientras tanto, la propuesta más concreta para poder llegar a la formación de un nuevo Gobierno acaba de presentarla uno de los líderes más importantes del partido socialista, el ex ministro Rino Formica. Propone un Gobierno de tres años presidido por los socialistas y apoyado por los comunistas, capaz de ser la primera fase de una auténtica alternativa democrática en el país. Un Gobierno que sea, dice Formica, "una gran coalición constituyente".

Según el líder socialista, la DC no será ya el eje sobre el que podrá girar la política de los próximos 10 años. Por eso es necesario prepararse a un cambio radical, cuyo primer paso sería la alternativa posible.

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Dice Formica que, desde 1947 a hoy, Italia ha vivido dos fases: la de la democracia bloqueada, con un partido comunista que era oposición y nada más, y la de la democracia mediana, durante la cual los demás partidos empezaron a hacerse cargo de las exigencias de la oposición.

Pero hoy esta fase está también acabada y hay que crear los tiempos de la democracia realizada, donde todos acepten el hecho de la alternativa al poder. Para eso es necesario, según Formica, un Gobierno capaz de nuevas reformas institucionales, presidido por un socialista y apoyado por los comunistas.

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